A un pequeño pueblo de Turquía llegó el veterinario Ogün Öztürk para darle tratamiento a la vaca de un cliente y al terminar con la atención, cuando ya se retiraba, se dio con una imagen enternecedora que llamó su atención: una pequeña niña caminando con dificultad entre la nieve cargando a un pequeño perro en su espalda.
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Se sorprendió cuando la niña le confirmó que lo estaba buscando. En un pueblo chico las noticias corren rápido y la llegada de un veterinario alertó a la niña que, sin dudarlo, caminó más de un kilómetro que separa su casa hasta donde se encontraba Ogün Öztürk para que atendiera a su perro enfermo.
“Cuando los vi por primera vez, quedé muy sorprendido y conmovido. Ella había envuelto a su perro y me lo había traído en la espalda”, señaló Ogün a The Dodo.
Obviamente el veterinario no pudo negarse al pedido de Cemre Su Türköz, de 8 años, y revisó a su perro Pamuk quien, felizmente, solo tenía algunos problemas menores en la piel y que podían tratarse fácilmente.
“Cuando Cemre escuchó que su perro estaría bien, se puso muy feliz. Le apliqué medicamentos parásitos externos a Pamuk. Ahora se está divirtiendo de nuevo, sano y feliz”, dijo el veterinario.
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Conmovido por el esfuerzo, Ogün regresa al pueblo a visitar a la pequeña para constatar la buena salud de Pamuk, de esta forma ya no tendrá que desafiar la nieve para lograr una atención adecuada.
“El hecho de que una persona a una edad tan joven exhiba este comportamiento le da esperanza a la humanidad. Con todo lo que está pasando en el mundo, todavía hay esperanza. Cemre nos mostró que la única verdad en el mundo es el amor”, finalizó.
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