Entre diciembre del año pasado y lo que va del 2021, más de 600 estudiantes han sido secuestrados al noreste de Nigeria en África, estos raptos se producen en gran cantidad a cambio de dinero según medios locales.
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Asimismo, hace unos días se dio a conocer el secuestro a casi 300 menores de edad en la Escuela Secundaria de Ciencias para Niñas del Gobierno, un internado de Jangebe, en el estado de Zamfara, este fue el segundo rapto masivo de escolares en el país en menos de 10 días.
El pasado 17 de febrero, 27 niños y sus maestros también fueron sacados de una escuela en Kagara, en el estado de Níger, siendo liberados al cabo de unos días.
Las autoridades dicen que los recientes ataques a escuelas en el noroeste del país han sido perpetrados por “bandidos”, un término vago para llamar a secuestradores, ladrones armados, ladrones de ganado, pastores de la región de Fulani y otras milicias armadas que operan en la región y que están principalmente motivados por el dinero.
Hasta ahora, las víctimas de secuestro generalmente eran viajeros que utilizaban las carreteras en el noroeste de Nigeria, y pagaban entre US$20 y US$200.000 por su libertad.
Pero desde el muy publicitado secuestro en 2014 de 276 colegialas de la escuela secundaria de Chibok, en el estado de Borno, a manos de militantes islamistas de Boko Haram, más grupos armados han recurrido al secuestro masivo de estudiantes.
Recompensas
El secuestro a cientos de estudiantes es más un acto de publicidad para que así el gobierno participe en las negociaciones, según especialistas de seguridad en Nigeria.
Kemi Okenyodo, experta en seguridad, declaró a la agencia de noticias BBC que los secuestros de escolares son lucrativos para las bandas criminales y por ello, “la decisión de pagar los rescates debe revisarse”, Asimismo, se pregunta: ¿Cuáles son los mejores pasos a seguir para prevenir los secuestros y así evitar el pago del rescate?”
Mientras tanto, el presidente Muhammadu Buhari también ha insinuado que los gobernadores estatales están alimentando la crisis, señalando a través de su Twiter que:
“Los gobiernos estatales deben revisar su política de recompensar a los bandidos con dinero y vehículos. Tal política tiene el potencial de ser contraproducente, con consecuencias desastrosas”.
Por otro lado, Auwalu Daudawa, el autor intelectual del secuestro de más de 300 estudiantes en el estado de Katsina, fue indultado recientemente en el cercano estado de Zamfara, después de “arrepentirse” y entregar sus armas al gobierno. El gobernador Matawalle prometió al criminal y su pandilla alojamiento en la ciudad, junto con asistencia para mejorar sus medios de vida.
Reacciones
A diferencia del secuestro de las niñas de Chibok, que atrajo la atención mundial, no se ha expuesto correctamente los secuestros posteriores. Asimismo, no ha habido hashtags como #BringBackOurGirls (#DevuelvanANuestrasNiñas) que atrajeron atención mundial en ese momento y ayudaron a presionar al presidente Goodluck Jonathan para que actuara, ni ha habido manifestaciones en Nigeria.
Bukky Shonibare, cofundadora del Grupo Bring Back Our Girls, que participó en las protestas en la capital Abuya, cuando ocurrió el incidente de Chibok, dijo que los nigerianos estaban agotados por la frecuencia de los secuestros masivos.
“Hay un límite para lo que el corazón puede soportar. Los nigerianos pasaron por mucho después del secuestro de las niñas de Chibok... la gente está realmente exhausta”, le dijo a la BBC.
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