El arzobispo de Canterbury, Justin Welby, coronó a Carlos III como el nuevo rey. La ceremonia fue marcada por una fanfarria y una salva de artillería, la cual se escuchó en la Torre de Londres y en todo Reino Unido, Gibraltar, las Bermudas y en los barcos en alta mar.
El arzobispo consagró, bendijo y ungido al monarca Carlos III mientras este estaba sentado en el trono del rey Eduardo, el cual se encontraba bajo un dosel durante la ceremonia de coronación.
Bajo un dosel, el rey se sentó en el trono del rey Eduardo, también conocido como la silla de la coronación, mientras el arzobispo lo ungía, bendecía y consagraba.
“Cumpliré lo que he prometido. Que Dios me ayude”, indicó el monarca. El rey respondió una serie de preguntas con su mano sobre la Biblia y también prestó un juramento por separado en el que afirmó ser un “fiel protestante”.
Al finalizar la ceremonia, se escuchó una fanfarria y se dispararon salvas de artillería en la Torre de Londres, así como en todo el Reino Unido, Gibraltar, las Bermudas y en los barcos en alta mar.
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