Jayne Carpenter fue salvada de morir cuando le amputaron las dos piernas y una brazo por una sepsis. (Fotos: Facebook)
Gran Bretaña

Jayne Carpenter, una ex enfermera de 51 años, fue al hospital debido a una tos y una sensación de debilidad. Lamentablemente, la británica perdió ambas piernas porque fue diagnosticada con sepsis. Además, le tuvieron que quitar cuatro de sus dedos de la mano derecha y el brazo izquierdo por debajo del codo. La mujer, originaria decompartió su historia de vida el pasado 13 de septiembre con motivo del Día Mundial de la Sepsis. 

En 2016, Carpenter, una ex enfermera de Gales, fue al nosocomio porque su médico de cabecera se lo recomendó, considerando que tal vez era un virus "bastante trivial". 

"Había tenido una tos bastante fuerte y estaba tosiendo flema de color oscuro", recordó la mujer. 

En el hospital no pudieron darle un diagnóstico preciso, pues le informaron que sería una neumonía. Su condición comenzó a deteriorarse rápidamente, entrando en coma, por nueve semanas. El esposo de Jayne tuvo que dar el permiso correspondiente para que le amputaran sus extremidades o moriría. 

La mujer es consciente que ha sido un camino muy difícil recuperarse. Incluso, le dijo a su esposo que era libre de irse para rehacer su vida, sin embargo, él se ha mantenido a su lado para ayudarla en todo. 

"Tratamos de vivir la vida lo más normalmente posible, pero la vida no siempre es la misma que antes. Divido mi vida en dos partes; antes y después de tener sepsis", dijo la ex enfermera en una entrevista al diario británico El pasado 3 de septiembre la mujer inició una campaña de para llegar a los 332 mil dólares para una cirugía de osteointegración y un par de prótesis de última generación. "Devolverá mi libertad e independencia. Mi vida fue despojada y solo necesito recuperar algo de la normalidad que la sepsis me quitó", finalizó. 

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