Luego del terrible desenlace de la búsqueda del sumergible Titán, que implosionó en las profundidades del Océano Atlántico cuando se dirigía a explorar los restos del Titanic, el cineasta James Cameron dijo en entrevista con ABC News que hubo muchas advertencias ignoradas sobre la seguridad del vehículo.
“No se hizo caso a las advertencias, con todo el buceo que se ha realizado en el mundo, creo que es simplemente asombroso. Es realmente surrealista”, dijo el afamado director de cine quien informó además que descendió en más de 30 oportunidad hacia los restos del Titanic para realizar un documental sobre el transatlántico (disponible en Netflix).
Sus palabras no cayeron para nada bien a Guillermo Söhnlein, uno de los cofundadores de OceanGate, empresa dueña del sumergible. El estadounidense de origen argentino rechazó algunas críticas sobre la seguridad de la compañía al considerar que quienes a cuestionan no disponen de “toda la información” para poder opinar.
“Las personas no hacen más que equiparar certificación con seguridad e ignoran los 14 años de desarrollo del sumergible Titán”, dijo Söhnlein, en referencia al hecho de que el sumergible Titán no se sometió a certificación de expertos independientes. Con relación a James Cameron, el empresario dijo que el cineasta no estaba se construyó el sumergible.
Según él, “cualquier experto que sopese esto, incluyendo a (el director James) Cameron, también admitirá que no estaban cuando se diseñó el sumergible, durante el proceso de ingeniería del sumergible, durante la construcción del sumergible y, con seguridad, tampoco cuando se llevó a cabo el riguroso programa de pruebas al que se sometió el sumergible”.
En concreto, Guillermo Söhnlein, defendió en entrevista con la BBC calificó el submarino Titán es “muy robusto” a pesar de ser no estar certificado. Sin embargo, William Kohnen, presidente del Comité de Vehículos Submarinos Tripulados, replicó el argumento valorando la necesidad de contar con certificación: “Es importante”, indicó.
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