Maurice de 12 años y Maliaka de 13 fueron decapitados dentro de su casa por su padre, Maurice Jewel Taylor. Las investigaciones dicen que los cuerpos estuvieron junto con sus dos hijos menores de 8 y 9 años.
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El delito se habría cometido el domingo 29 de noviembre en Lancaster, una ciudad del condado de Los Ángeles en California.
El viernes 4 de diciembre, menos de una semana después de las muertes, los clientes de Taylor llamaron a los bomberos avisando sobre una posible fuga de gas en el hogar del entrenador, sin embargo, al entrar descubrieron la espantosa escena.
Taylor era un entrenador personal en un centro de fitness y fisioterapia de Santa Mónica que daba clases por Zoom. Los clientes de Taylor, se preocuparon después de que no enviara un enlace de Zoom para una sesión programada.
“Sabía que no estaban fuera de la ciudad. No tenían dinero para viajar “, comentó un cliente a los Ángeles Times.
Howard Kern, un abogado y escritor que se entrenó con Taylor durante unos siete años, llamó al Departamento de Bomberos del Condado de Los Ángeles a las 7:34 am del viernes, luego de que otros clientes también se comunicaran al Departamento del Sheriff para transmitir sus preocupaciones.
“Les dije que estaba preocupado por una posible fuga de gas. Hay cuatro niños y dos adultos, y nos preocupa su seguridad”, fue lo que dijo Kern al llamar a los Bomberos.
Otro cliente, que habló bajo condición de anonimato para los Ángeles Times, aseguró que Taylor había estado trabajando de forma remota debido a la pandemia y que era “tan confiable, tan receptivo” y “tranquilo”.
Por otra parte, las investigaciones afirman que la madre de los niños se encontraba en la casa, sin embargo, hasta le fecha no ha sido investigada como sospechosa, pero sí interrogada por los investigadores y todavía está en contacto con ellos.
El teniente Brandon Dean de la Oficina de Homicidios del Departamento del Sheriff del condado de Los Ángeles dijo que los agentes encontraron los cuerpos de los niños en habitaciones separadas de la casa.
Y añadió que durante los cinco días que mantuvo los cuerpos en las habitaciones que el entrenador personal mostró los cadáveres a los niños sobrevivientes, quienes fueron mantenidos en sus habitaciones sin comida.
El martes 8 de diciembre los fiscales acusaron a Taylor de dos cargos. El primero por asesinato y el segundo por abuso infantil. El entrenador arrestado, esposado y llevado en una ambulancia mientras era escoltado por los agentes.
Tras las muertes de los dos menores, Taylor se convierte en el primer acusado de asesinato de alto perfil para el distrito.
El 21 de diciembre la corte de Lancaster hará la lectura de los cargos. Por ahora, el acusado permanece en la cárcel, debe pagar una fianza de US$ 4.2 millones y enfrenta una sentencia máxima de 57 años a cadena perpetua.
El teniente Brandon Dean dijo que el Departamento de Servicios para Niños y Familias del Condado de Los Ángeles no parece haber tenido ninguna participación con la familia.
El alcalde de Lancaster, R. Rex Parris, aseveró que tenía entendido que la familia tuvo un contacto menor con las autoridades hace años, pero nada que sugiera la naturaleza brutal del crimen.
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