En una movida política estratégica, la Cámara de Representantes, con mayoría republicana, aprobó un proyecto de ley migratorio que busca imponer duras normas en medio del fin del Título 42. Esta regla de emergencia de salud pública permitía a las autoridades fronterizas devolver rápidamente a muchos inmigrantes que cruzaban la frontera ilegalmente.
Este proyecto de ley incluye medidas como la construcción de un muro fronterizo y la imposición de nuevas restricciones a los solicitantes de asilo, generando una oposición de línea dura a las políticas del presidente de Estados Unidos, Joe Biden.
Con 219 votos a favor y 213 en contra, el proyecto de ley fue aprobado en la Cámara de Representantes. Sin embargo, prácticamente no tiene posibilidades de convertirse en ley, ya que los demócratas, que tienen un estrecho control en el Senado, han denunciado las medidas agresivas del proyecto de ley como “crueles” y “antiinmigrantes”. Además, el presidente Biden ya ha prometido que vetará el proyecto de ley.
El Partido Republicano de la Cámara programó deliberadamente la votación para el mismo día en que expiraba el Título 42 (norma sanitaria, impuesta durante el mandato de Trump, que permite las expulsiones en caliente de migrantes en la frontera), buscando capitalizar el descontento con las políticas migratorias actuales.
Los republicanos han tratado de criticar a Biden por el aumento de la inmigración ilegal durante su mandato, y aprobar este proyecto de ley les permitiría decir que han cumplido con su promesa de campaña de asegurar la frontera.
El presidente de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, afirmó que los republicanos tienen soluciones reales para abordar la situación migratoria. Expresó su confianza en que el Partido Republicano podría aprobar el proyecto de ley en una votación de línea partidista en la Cámara de Representantes.
El proyecto de ley también propone una parte de un programa que ha permitido a los funcionarios estadounidenses aceptar o rechazar rápidamente a algunos inmigrantes de Venezuela, Haití y Nicaragua. Este programa es una piedra angular de los esfuerzos de inmigración de Biden, ya que brinda la oportunidad a los inmigrantes de estos países de solicitar venir legalmente a los Estados Unidos durante dos años y trabajar.
A pesar de la aprobación en la Cámara de Representantes, el futuro de este proyecto de ley migratorio se ve incierto, ya que enfrenta obstáculos en el Senado y la oposición del partido demócrata. La controversia en torno a las políticas migratorias continúa generando un intenso debate en el panorama político de los Estados Unidos.
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