Anthony Avalos, un pequeño de 10 años sufrió a su corta edad la más despiadada de las torturas y maltratos por parte de su madre y padrastro en venganza porque vecinos habían reportado que era víctima de abusos. El menor, que había estado bajo el cuidado de los servicios sociales en Estados Unidos, fue devuelto a su familia y estos le dieron la más cruel muerte en el interior de su vivienda en Lancaster, California.
De acuerdo a información de las autoridades americanas, Anthony Avalos pasó de ser abusado a ser maltratado y torturado brutalmente por su madre Heather Maxine Barron (28) y su padrastro Kareem Ernesto Leiva (32), quienes obligaban a los ocho hermanos del pequeño a someterlos a abusos repetitivos como azotarlo contra el piso, golpizas con cordón y correa o dejar caer salsa caliente en su boca y prohibirle usar el baño para hacer sus necesidades.
Los hermanos de Anthony Avalos contaron a las autoridades judiciales que su madre y su padrastro los obligaban a realizar estas torturas a pesar que ellos se oponían y sufrían por la situación en la que vivía el pequeño, a quien además obligaban a mantenerse de pie durante días o de rodillas.
Indicaron además, que la mujer y su pareja habían decidido someterlo a todo tipo de maltrato inhumano porque estaban molestos con el niño de 10 años, pues lo culpaban de estar en la mira de las autoridades por ser víctima de abuso.
Anthony Avalos tuvo una terrible agonía, ya que antes de morir su madre y padrastro le dieron tremenda golpiza y lo dejaron morir de hambre.
Nuevos reportes de abuso volvieron a alarmar a la policía, cuyos efectivos acudieron a la vivienda de la víctima y lo hallaron agonizando. Inmediatamente fue llevado al hospital, pero su estado era tan delicado que falleció en el camino.
MADRE DIJO QUE SE CAYÓ POR LAS ESCALERAS
Tras ser detenidos por la Policía, Heather Maxine Barron (28) y Kareem Ernesto Leiva (32) indicaron que el pequeño se cayó de las escaleras, pero con el testimonio de los ocho hermanos de Anthony Avalos contaron cada una de las torturas y maltratos a los que sometían al menor.
De ser hallada culpable, la madre podría pasar al menos 22 años de prisión y su novio 32. Aunque, los vecinos y la población americana pide que sean condenados a cadena perpetua.