Las fiestas de Navidad y Año Nuevo son de las costumbres más ancestrales en el mundo. Por lo general, la unión familiar y el compartir son lo más representativo durante los últimos días de diciembre, aunque existe una tradición muy curiosa de la que hablaremos en esta nota: la quema de muñecos de fin de año.
La medianoche del 31 de diciembre de cada año se suelen realizar bastantes rituales, siendo el uso de prendas de colores como el amarillo hasta la clásica degustación de doce uvas las más representativas. Y es que, aunque muchos quieran negarlo, los seres humanos necesitamos alguna costumbre de la que podamos arraigarnos para no perder ese espíritu familiar en pleno siglo 21.
Pero, ¿De dónde provienen estos rituales o tradiciones? Pues, aunque no lo creas, el uso de prendas de un solo tono, rituales de alista valijas o maletas y la quema de muñecos no es algo reciente, pues se remonta a una antigua tradición que nació ya hace cientos de años.
De hecho, según varios libros de historia y tradiciones antiguas, el ritual de incinerar muñecos u objetos viejos durante el último día del año tiene su génesis en la antigua Grecia.
Como te dijimos anteriormente, la tradición sugería que un rey sagrado tenía que fallecer al final de su régimen, por lo que erigía una gran figura hecha a base de madera (la cual era un símbolo de la persona) para luego ser quemada.
Tal tradición no era más que el fin de su mandato, por lo que era común ver estatuas como la del héroe Hércules hallada en el mar Jónico, la cual fue entregada a un templo situado en Eritrea.
Entonces, vemos que esto fue una prueba de que las estatuas o imágenes de los reyes sagrados fueron, durante siglos posteriores, quemadas e incineradas, incluso, luego de haberse eliminado la costumbre de sacrificar al mismo rey en persona.
No obstante, el material de acebuche, un tipo de madera predilecto para fabricar estos muñecos, representaba el Año Nuevo cuando el rey nuevo iniciaba su período de gobierno. La tradición dice que solo así se espantaba a los espíritus del año viejo.
Pero eso no es todo, pues la persona que prendía fuego al muñeco debía ser quien represente al futuro y, por consecuencia, sea el sucesor legítimo del rey en un nuevo período.
Conforme fueron transcurriendo los siglos, esta tradición logró extenderse por todo Europa hasta llegar a Latinoamérica, siendo instaurada como una fiesta clásica tras la conquista de los españoles.
En países como Perú, la quema de muñecos puede durar varios días antes del 31 de diciembre, y a diferencia de la tradición original, esta incineración simboliza la purificación y limpieza del alma para empezar el año nuevo.
Aunque no lo sepas, los peruanos suelen recurrir a ciertas cábalas y tradiciones que son realizadas horas antes de año nuevo, ya sea para atraer el amor, el bienestar económico o la salud. ¿Quieres conocer más? Pues, solo entra AQUÍ.
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