¿Tu engreído de cuatro patas se rasca mucho pese a que no tiene pulgas ni garrapatas? Los perros se rascan cada día para calmar la comezón ocasional; sin embargo, si este gesto se vuelve repetitivo y llega al punto de causar lesiones en la piel del animalito, entonces hay un problema que debe revisar el veterinario a la brevedad. Expertos de Purina recomiendan explorar el cuerpo del can para ver si hay algo anormal.
♦INFECCIONES POR HONGOS, parásitos o ácaros. Aunque no siempre se notan a simple vista, las infecciones de la piel pueden causar picazón y molestias. Por suerte, suelen tener soluciones rápidas.
♦DERMATITIS ATÓPICA. Es una condición crónica de la piel que puede provocar picazón, enrojecimiento, irritación y/o inflamación. Es importante que el veterinario dé el diagnóstico pertinente.
♦PIEL SECA. El clima o algún mal que padezca el can pueden llevar a la sequedad de la piel, lo que resulta en picazón.
♦ALIMENTACIÓN INCORRECTA. Una dieta inadecuada o intolerancia a ciertos alimentos pueden causar problemas en la piel.
♦IRRITANTES DEL ENTORNO. Como ciertos productos de limpieza o incluso el material (lana, sintético) de la ropita que usa pueden irritar su piel y provocar picazón.
♦ESTRÉS O ANSIEDAD. Al igual que en los humanos, estos sentimientos pueden manifestarse en problemas de la piel y comportamientos como el rascado excesivo.
La mitad de los perros con dermatitis atópica también padecen conjuntivitis y otitis, por eso es habitual que se froten o rasquen las orejas.
¿Descubriste a tu perrito comiendo sus heces? ¿O cuando lo sacaste a pasear comió el ‘popó’ que encontró en el parque? Este comportamiento, llamado coprofagia, es más común de lo que se cree. “Cuando los animalitos son cachorritos, una forma de conocer el mundo exterior es olfateando y comiendo todo lo que ven a su paso. Incluso, se llevan al hocico sus propios desechos fecales solo por curiosidad”, señaló Cynthia Jiménez Aredo, veterinaria de Pet Anatomy.
Sin embargo, también hay otras causas que influyen en esta conducta como: estrés (cuando están ansiosos en su propio entorno pueden reaccionar de manera inapropiada) y deficiencias nutricionales (buscan calorías o proteínas que les faltan). Por eso es importante que el animalito tenga sus vacunas completas y una alimentación equilibrada todos los días.
♦Esta conducta se convierte en un problema cuando, por ejemplo, come las deposiciones fecales de un perro que tiene parásitos porque se contagiaría. Por eso es necesario estar pendiente de lo que nuestro amiguito se lleva a la boca.
♦Le puedes dar juguetes distractores que lo ayuden a relajarse y entretenerse. Si no te hace caso, busca la ayuda del veterinario o de un adiestrador canino. Evita los castigos físicos, estos no funcionan; al contrario, ponen más agresivo al can.
♦Algunos explican que al tener el olfato muy desarrollado, los perros son capaces de oler, no el hedor que dejan los desechos, sino los compuestos.
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