‘Todo cambia, menos el amor’, es una frase que alguna vez has escuchado. Sin embargo, a juzgar por los últimos romances de los cuales fuiste testigo, seguramente te has preguntado si de verdad este sentimiento es igual ayer y hoy.
El psicoterapeuta Hans Gutiérrez sostiene que en nuestra sociedad sí se vive una transformación del amor y el modelo de pareja ha entrado en un cambio profundo.
“En el pasado, cuando se hablaba de este sentimiento era porque alguien buscaba solo el afecto sincero y exclusivo de una persona. Ahora, en muchos casos, entran a tallar factores económicos y sociales”, precisa.
Así al elegir pareja, se prefiere que tenga belleza física, relaciones sociales y estabilidad económica porque todo eso, indica el especialista, le permite a las personas ascender más rápido en este mundo competitivo. “El amor se convierte en un ‘botín’ y deja por los suelos ideas románticas porque lo moderno es vivir el amor concreto”, señala.
SIN EMBARGO…
Pese a todas las consideraciones de las personas al establecer relaciones, estas no funcionan como quisieran. “Esto ocurre porque el amor que se fija en detalles egoístas siempre tiene ‘una pata coja’ debido a que el gran soporte que son los sentimientos, no existen”, señala.
Gutierrez remarca que las personas deben ser conscientes de que el amor genuino, pese a no tener elementos de riqueza, abre posibilidades para el trabajo en conjunto, los afectos y una vida más armoniosa.
+DATOS
La burbuja económica, que se vivió en el Perú hace pocos años, hizo que las personas busquen lo material y dejen de tener una mirada esperanzadora sobre el amor.
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‘Todo cambia, menos el amor’, es una frase que alguna vez has escuchado. Sin embargo, a juzgar por los últimos romances de los cuales fuiste testigo, seguramente te has preguntado si de verdad este sentimiento es igual ayer y hoy.
El psicoterapeuta Hans Gutiérrez sostiene que en nuestra sociedad sí se vive una transformación del amor y el modelo de pareja ha entrado en un cambio profundo.
“En el pasado, cuando se hablaba de este sentimiento era porque alguien buscaba solo el afecto sincero y exclusivo de una persona. Ahora, en muchos casos, entran a tallar factores económicos y sociales”, precisa.
Así al elegir pareja, se prefiere que tenga belleza física, relaciones sociales y estabilidad económica porque todo eso, indica el especialista, le permite a las personas ascender más rápido en este mundo competitivo. “El amor se convierte en un ‘botín’ y deja por los suelos ideas románticas porque lo moderno es vivir el amor concreto”, señala.
SIN EMBARGO…
Pese a todas las consideraciones de las personas al establecer relaciones, estas no funcionan como quisieran. “Esto ocurre porque el amor que se fija en detalles egoístas siempre tiene ‘una pata coja’ debido a que el gran soporte que son los sentimientos, no existen”, señala.
Gutierrez remarca que las personas deben ser conscientes de que el amor genuino, pese a no tener elementos de riqueza, abre posibilidades para el trabajo en conjunto, los afectos y una vida más armoniosa.
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La burbuja económica, que se vivió en el Perú hace pocos años, hizo que las personas busquen lo material y dejen de tener una mirada esperanzadora sobre el amor.
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