Se dice que el amor es uno de los sentimientos más bonitos que una persona puede llegar a sentir hacia otra porque le hace ver el mundo de una manera distinta. Y aunque para muchos es lo mejor que le puede pasar a alguien, no todos están convencidos de ello.
Pues sí, aunque no lo crea, hay quienes con el sólo hecho de pensar que pueden enamorarse empiezan a sufrir una terrible sensación de malestar y niveles altos de estrés; provocándoles que se aíslen y rechacen cualquier posibilidad de conocer a otra persona. A este trastorno se le conoce como filofobia.
Es el miedo irracional de amar o enamorarse de alguien. Es decir, quien la padece, rechaza sentir amor por un individuo y evita cualquier tipo de relación.
En casos extremos, el filofóbico evita cualquier tipo de contacto, incluso, con compañeros de trabajo, amigos, familiares y vecinos; esto ante el temor de un rechazo o posible distanciamiento por parte de ellos.
Por tal motivo, son personas que evitan muestras de cariño cuando piensan que puede existir un sentimiento de amor hacia otro individuo, terminando por aislarse.
Se presume que la principal causa de esta fobia es un fracaso amoroso que no ha podido superar. Puede ser el divorcio de sus padres, muerte de un ser querido, abandono de alguien que amaba, falta de apego o algún tipo de abuso o maltrato, entre otros. Esta experiencia traumática hace que no quiera amar a nadie porque piensa que sufrirá.
Un estudio realizado por la Universidad de Kansas, que fue publicado en el American Journal of Orthopsychiatry, señala que las heridas emocionales pueden durar muchos años y provocar problemas psiquiátricos que van desde la depresión hasta el suicidio.
Las personas filofóbicas tienen mucho miedo e inseguridad y lo demuestran a través de sus celos. Además, de tener una baja autoestima, no saben empatizar ni comunicar lo que sienten o piensan.
Buscan aislarse de todos porque piensan que les harán daño; es decir, lo usan como un mecanismo de defensa.
Cuando una persona con este trastorno tiene cerca a alguien que le despierte amor o atracción empiezan a sentir síntomas como: náuseas, respiración acelerada, falta de aire, ataques de pánico, latidos irregulares de corazón, sudores, desórdenes gastrointestinales y un deseo de abandonar la situación cuanto antes.
Terapia de desensibilización sistemática. Es la que expone a un individuo frente a la situación que le teme. En este caso, se crean casos ficticios para que supere sus miedos. Por ejemplo, antes de ir a una cita, puede participar en varios escenarios en la que practique sus habilidades para relacionarse con otros, pero primero lo deberá hacer con una entidad computarizada. La realidad virtual es muy buena aquí.
Terapia cognitivo conductual. Educan a los pacientes a cambiar sus patrones de pensamiento negativo por uno positivo. Se puede hacer un grupo para ayudarlos a decir “¡Alto!” cuando sienten que los invaden cosas negativas que le hacen sentir pánico.
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