Una convulsión es una alteración eléctrica repentina y no controlada en el cerebro. Puede provocar cambios en el comportamiento, los movimientos o sentimientos, y en los niveles de conciencia. Según Irianny Brett Amaya, médico cirujano del Centro Médico AMC, “hay muchos tipos de convulsiones, con síntomas y gravedad que varían según la región del cerebro en la que comienzan y su extensión. La mayoría dura de 30 segundos a 2 minutos, pero si dura más de 5 minutos se trata de una emergencia médica”. Las convulsiones pueden ocurrir después de un accidente cerebrovascular, una lesión en la cabeza, una infección como meningitis u otra enfermedad. Sin embargo, muchas veces se desconoce la causa. La mayoría de los trastornos que causan convulsiones pueden controlarse con medicamentos, pero controlarlas puede afectar de manera significativa la vida diaria de los que las padecen.
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Cuando sea testigo de una convulsión, lo más importante es mantener la calma tanto como pueda. Coloque a la persona en una posición donde se lastime menos, es decir, acuéstela en el piso. Puede poner algo (por ejemplo, una casaca o chompa doblada) bajo la cabeza de la persona para que con el movimiento no se lastime. La especialista recomienda observar qué movimientos hace o incluso recomienda grabar con un celular la crisis, porque la información de cómo es la crisis le puede ayudar al médico a saber cuál tipo de crisis o epilepsia es y definir el mejor tratamiento. Acompañe a la persona durante toda la crisis y cuando el movimiento (las sacudidas) empiezan a disminuir póngala de medio lado; finalmente explíquele lo que le ha ocurrido.
Que no debe hacer durante una convulsión:
Asimismo, la doctora Irianny Brett Amaya, del Centro Médico AMC, alerta sobre las principales equivocaciones frente a una convulsión que se deben tomar en cuenta:
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