La ansiedad es un trastorno en donde los pensamientos limitan el estado anímico y físico de uno, disminuyendo nuestro desempeño y nuestra capacidad de atención. Las causas se deben a diversos factores que pueden ser de índole física o factores internos como el estrés, traumas, temores, etc. También influyen factores propios del entorno/sociedad, como el temor al rechazo, sensación de insuficiencia personal para afrontar determinadas situaciones o pensamientos limitantes.
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La especialista en psicología analítica, María Fe Maldonado de Estar Mejor nos explica dicho trastorno y cómo tratarla:
¿Qué causa la ansiedad: detonantes?
La ansiedad puede ser causada por diversos factores que pueden ser de índole física (como un desbalance hormonal o por falta de algún mineral o vitamina que también producen sensación de ansiedad), puede ser por factores internos de índole mental o emocional como la acumulación de estrés, traumas de infancia, temores, etc. También influyen factores propios del entorno/sociedad, como el temor al rechazo, sensación de insuficiencia personal para afrontar determinadas situaciones o pensamientos limitantes.
La ansiedad es un trastorno en donde los pensamientos limitan el estado anímico y físico de uno, disminuyendo nuestro desempeño y nuestra capacidad de atención.
¿Qué hacer para tratar la ansiedad?
Primero que nada, se debe aceptar la ansiedad. Debemos entender que las personas somos vulnerables, solo que socialmente, es una condición asociada a la debilidad, por ello suele ser difícil de aceptar algunas dolencias de índole emocional, como la ansiedad. Luego, lo ideal, sería encontrar las causas de la ansiedad para finalmente darle una solución adecuada, ya sea modificando hábitos o comportamientos o incorporando un estilo de vida diferente.
Igualmente la ansiedad se trata desde diversos aspectos como el físico, el emocional y el social.
5 consejos para tratar la ansiedad
- El deporte es un gran aliado:
Solo que hay que ser constantes y comprometidos con él, y de preferencia hacer algún ejercicio que acelere el corazón, ello ayuda a producir hormonas de la felicidad.
- Limitar el azúcar:
Si bien, cuando uno atraviesa procesos de ansiedad, tiene la sensación de “necesitar” más azúcar, es una falsa necesidad. Lo que el sistema nervioso requiere es estar en balance, y como el azúcar brinda sensación de placer instantáneo, se produce sensación de “balance” en el sistema nervioso, solo que es muy fugaz; por ello el requerimiento de azúcar cada vez es más frecuente.
- Meditar:
Es una herramienta muy poderosa para la ansiedad, ya que regula el sistema nervioso simpático y parasimpático del cuerpo, colocándolos en frecuencias similares, lo que permite que uno pueda mantenerse en calma por más tiempo.
- Cuestionar y colocar límites (adecuadamente) en cuanto a las relaciones sociales:
Si bien somos seres sociales, por naturaleza, es saludable aceptar que no todas las relaciones, sociales o familiares, inclusive, nos producen bienestar, o por el contrario. Por ello, es adecuado cuestionar qué tipo de relaciones queremos conservar y cómo nos queremos sentir con ellas.
- Ser metódicos y ordenados:
Muchas veces la ansiedad es producida por elementos que no podemos controlar. Sin embargo, tener orden, es decir, tener un horario fijo, rutinas establecidas, mantener un orden determinado en nuestro espacio (casa, dormitorio, etc.) orden con los documentos de pagos, y en general, mantener una vida ordenada, dentro de lo posible, ayudarán a no ser presa fácil para la ansiedad.
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