Una alergia crónica es una respuesta del sistema inmunológico a sustancias que normalmente no deberían causar una reacción adversa. Estas sustancias, conocidas como alérgenos, pueden incluir polvo, polen, moho, caspa de mascotas, ciertos alimentos, medicamentos o productos químicos. Cuando una persona está expuesta a un alérgeno, el sistema inmunológico lo identifica erróneamente como una amenaza, liberando histaminas y otras sustancias químicas que provocan los síntomas alérgicos.
La doctora Sandra Hong, alergista de Cleveland Clinic señala que alergia crónica se diferencia de una alergia aguda por su duración, ya que los síntomas persisten durante semanas o incluso meses, afectando considerablemente la calidad de vida del paciente. Este tipo de alergia puede ser estacional (como en el caso de la fiebre del heno) o perenne, cuando los alérgenos están presentes de manera continua, como los ácaros del polvo o el moho.
¿Cuáles son los síntomas?
Los síntomas de una alergia crónica pueden variar dependiendo del tipo de alergia y del alérgeno involucrado. Sin embargo, los síntomas más comunes incluyen:
- Congestión nasal: Sensación persistente de obstrucción en la nariz.
- Estornudos frecuentes: Reacción común cuando el sistema inmunológico intenta eliminar alérgenos.
- Picazón: En la nariz, garganta, ojos, oídos, e incluso en la piel.
- Ojos llorosos o rojos: Resultado de la inflamación ocular causada por el alérgeno.
- Erupciones o urticaria: En algunos casos, las alergias pueden manifestarse en la piel.
- Fatiga y dificultad para concentrarse: Causadas por la falta de sueño debido a síntomas nocturnos como congestión o picazón.
Los síntomas pueden ser leves o graves y, en algunos casos, pueden llevar a complicaciones como infecciones sinusales crónicas.
¿Cuáles son las causas?
Las alergias crónicas se originan por una reacción exagerada del sistema inmunológico a alérgenos comunes. Las causas más frecuentes incluyen:
· Alérgenos ambientales: Polen de árboles, pasto, y maleza, ácaros del polvo, caspa de animales y esporas de moho.
· Alimentos: Nueces, mariscos, huevos, leche, entre otros, aunque estos alérgenos suelen provocar alergias agudas.
· Factores genéticos: Las alergias suelen ser hereditarias; si uno o ambos padres tienen alergias, es más probable que los hijos también las desarrollen.
· Exposición constante: Estar continuamente en contacto con un alérgeno puede provocar sensibilización y síntomas persistentes.
¿Cómo se puede descartar una alergia?
El diagnóstico de las alergias crónicas implica una evaluación clínica y pruebas específicas realizadas por un alergólogo. Los métodos principales incluyen:
- Historia clínica detallada: Se analizan los síntomas, la exposición a posibles alérgenos, y antecedentes familiares.
- Pruebas cutáneas (prick test): Se aplican pequeñas cantidades de alérgenos en la piel para observar si hay una reacción local, como enrojecimiento o hinchazón.
- Pruebas de sangre: Como el análisis de IgE específica, que mide la cantidad de anticuerpos producidos en respuesta a alérgenos particulares.
- Pruebas de provocación controlada: En casos específicos, se expone al paciente al alérgeno bajo supervisión médica para confirmar el diagnóstico.
¿Por qué algunas pueden durar seis semanas?
Una alergia crónica puede durar más de seis semanas debido a la exposición continua a los alérgenos que desencadenan la reacción. Esto puede ocurrir en situaciones donde el paciente está constantemente expuesto a factores ambientales que no pueden eliminarse fácilmente. Algunos alérgenos, como los ácaros del polvo, el moho, la caspa de los animales y los productos químicos en el aire, están presentes todo el año y no dependen de estaciones específicas, lo que contribuye a la persistencia de los síntomas.
Además, el sistema inmunológico de las personas alérgicas puede volverse hipersensible a estos alérgenos, incluso en pequeñas cantidades, lo que prolonga la duración de la reacción alérgica. El proceso inflamatorio que comienza con la exposición al alérgeno puede convertirse en crónico si no se trata adecuadamente, lo que lleva a una inflamación persistente en las vías respiratorias, los ojos y otras áreas del cuerpo afectadas.
Factores que contribuyen a la duración prolongada de las alergias:
- Inflamación subyacente: La exposición continua a alérgenos activa una inflamación persistente, especialmente en los pulmones (en el caso del asma alérgica) y en las membranas mucosas de la nariz y los ojos.
- Condiciones médicas preexistentes: Las personas con enfermedades respiratorias crónicas, como el asma o la sinusitis, pueden experimentar síntomas prolongados debido a que estas afecciones se agravan por las alergias.
- Falta de tratamiento adecuado: Si la alergia no se trata de manera apropiada con medicamentos, inmunoterapia o evitando la exposición a los alérgenos, los síntomas pueden persistir y durar mucho más de seis semanas.
¿Qué es lo peligroso de una alergia crónica?
Las alergias crónicas, aunque generalmente no son fatales, pueden tener una serie de efectos peligrosos tanto en la salud física como en la calidad de vida de la persona. La exposición prolongada a alérgenos puede causar una serie de complicaciones que van más allá de los síntomas inmediatos y pueden afectar otras áreas de la salud.
Algunos de los peligros de una alergia crónica incluyen:
- Complicaciones respiratorias graves: Las personas con alergias crónicas tienen un mayor riesgo de desarrollar problemas respiratorios graves, como sinusitis crónica (inflamación persistente de los senos paranasales), que puede requerir tratamiento antibiótico y, en algunos casos, cirugía. También es común que las alergias crónicas exacerben el asma, lo que puede hacer que los ataques de asma sean más frecuentes y graves.
- Desarrollo de infecciones: La congestión nasal crónica y la inflamación de las vías respiratorias pueden aumentar el riesgo de infecciones bacterianas, como la sinusitis o infecciones en los oídos. Las infecciones sinusales recurrentes pueden volverse crónicas y difíciles de tratar.
- Impacto en la calidad de vida: Las alergias crónicas pueden interferir significativamente con las actividades diarias. Los síntomas de la alergia, como la congestión nasal, los estornudos y la picazón, pueden dificultar el sueño, lo que a su vez puede conducir a una fatiga constante, falta de concentración y baja productividad en el trabajo o la escuela.
- Riesgo de anafilaxia: Aunque las alergias crónicas no suelen causar anafilaxia (una reacción alérgica grave y potencialmente mortal), los pacientes con alergias graves a alimentos o medicamentos pueden experimentar reacciones alérgicas más intensas si no se manejan correctamente.
Alimentos que se pueden ingerir durante una alergia
Aunque las alergias crónicas pueden hacer que algunas personas sean más susceptibles a reacciones adversas a ciertos alimentos, no todos los pacientes con alergias respiratorias o estacionales deben evitar todos los alimentos. Sin embargo, aquellos que sufren de alergias crónicas pueden beneficiarse al incorporar alimentos que ayuden a reducir la inflamación y fortalezcan el sistema inmunológico, lo que puede ayudar a mitigar algunos de los síntomas de la alergia.
Alimentos recomendados para personas con alergias crónicas:
- Frutas ricas en vitamina C: Las frutas como las naranjas, fresas, pomelos y kiwis son ricos en vitamina C, un antioxidante que ayuda a fortalecer el sistema inmunológico y reduce la inflamación. La vitamina C también puede ayudar a reducir los síntomas nasales de las alergias.
- Verduras de hojas verdes: Espinacas, kale (col rizada) y acelga son alimentos ricos en antioxidantes y fitonutrientes que ayudan a reducir la inflamación en el cuerpo. Estas verduras también aportan fibra, lo que es beneficioso para la salud digestiva.
- Pescado rico en omega-3: El salmón, el atún y la caballa son excelentes fuentes de ácidos grasos omega-3, que tienen propiedades antiinflamatorias. Comer pescado de agua fría también puede ayudar a reducir la inflamación general del cuerpo.
- Té verde: El té verde contiene antioxidantes llamados polifenoles que pueden ayudar a reducir la inflamación y proteger las células del daño. También tiene propiedades antihistamínicas que pueden aliviar los síntomas de la alergia.
- Alimentos con probióticos: El yogur, el kéfir y otros alimentos fermentados pueden ayudar a equilibrar la flora intestinal, lo que puede tener efectos beneficiosos en la respuesta inmunológica y la reducción de la inflamación asociada con las alergias.
Es fundamental que las personas con alergias crónicas consulten con su médico o un dietista registrado para asegurarse de que su dieta esté equilibrada y no contenga alimentos que puedan empeorar sus síntomas, especialmente si tienen alergias alimentarias.
Consejos del experto
El manejo adecuado de las alergias crónicas implica una combinación de medidas preventivas, tratamientos farmacológicos y cambios en el estilo de vida. Los expertos recomiendan una serie de estrategias para ayudar a los pacientes a controlar los síntomas y reducir la exposición a alérgenos:
- Evitar los alérgenos conocidos: Si sabes que eres alérgico al polen, los ácaros del polvo o la caspa de los animales, lo más importante es minimizar la exposición a estos alérgenos. Por ejemplo, durante la temporada alta de polen, mantén las ventanas cerradas en tu hogar y en tu automóvil, y evita salir durante las horas de mayor concentración de polen.
- Uso de filtros de aire y purificadores: Los purificadores de aire con filtro HEPA pueden ayudar a eliminar los alérgenos en el aire, como el polvo, el moho y los ácaros. También es recomendable usar filtros HEPA en las aspiradoras y las unidades de calefacción o refrigeración.
- Tratamiento farmacológico: Los antihistamínicos, los corticosteroides nasales y los descongestionantes pueden ayudar a aliviar los síntomas de las alergias. Si los síntomas son graves o no responden a los medicamentos de venta libre, un alergólogo puede recetar medicamentos más fuertes o recomendar inmunoterapia (inyecciones de alergia) para reducir la sensibilidad a los alérgenos.
- Mantén tu entorno limpio: Lava las sábanas y las fundas de las almohadas con agua caliente cada semana para eliminar los ácaros del polvo. También es útil limpiar las superficies con frecuencia y aspirar los pisos con una aspiradora equipada con un filtro HEPA.
- Cuidado con las mascotas: Si eres alérgico a la caspa de los animales, limita el contacto directo con las mascotas y considera mantenerlas fuera de las habitaciones donde duermes. Bañar y cepillar regularmente a tus mascotas también puede ayudar a reducir la cantidad de caspa que liberan.
- Visita regular al alergólogo: Si los síntomas persisten o empeoran, es importante consultar a un alergólogo. Un experto puede realizar pruebas para identificar nuevos alérgenos o ajustar el plan de tratamiento según sea necesario.
TAMBIÉN PUEDES LEER: