La hidratación es importante tanto para humanos como animales. Los perros siempre buscarán un poco de agua para calmar la sed, pero ¿qué sucede cuando la beben en exceso y a cada momento?
Este líquido es vital para su crecimiento, además de ayudar a su digestión, funcionamiento de los riñones y la segregación de saliva.
Esta actitud de las mascotas de beber desesperadamente se debe a diversos factores que no siempre representan una enfermedad, pero en otros casos es necesario observarlos con cuidado. Aquí te dejamos algunas causas para que analices a tu can:
Esto hará que beba mucha agua durante o al finalizar el paseo. Si la temperatura es muy alta, lo mejor es que lleves contigo una botella para que le des cada que lo necesite.
Además, si su lugar elegido dentro de la casa está en un ambiente donde cae directamente el sol, ten agua fresca y limpia a su disposición las 24 horas del día y comprueba que quede agua en su bebedero y que esté bajo sombra.
En el caso de los cachorros, es normal que quieran agua pues son muy activos, están corriendo y saltando. Esto los cansa y da sed.
Si tu perra está pasando por esta etapa, la ingesta de mayor cantidad de agua es normal, pues su cuerpo tendrá más necesidad de esta para desarrollar a los cachorros o producir leche para alimentarlos.
Este nutriente debe estar presente en las comidas de tu perro, pero si es una dieta con alto contenido de fibra, también puede ocasionar que tome más agua.
Si notas que bebe mucha agua y está apático, vomita, orina más de lo normal y come poco, es probable que se presente la polidipsia (aumento anormal de la sed). Esta es una enfermedad renal donde el riñón tiene dificultad para eliminar todos los deshechos del organismo que hay en la sangre para expulsarlos por la orina.
En este caso hay que llevarlo a un veterinario para diagnosticar la insuficiencia renal en perros y evitar mayores complicaciones.
Medicamentos diuréticos y/o corticoides ocasionan que el perro tenga la necesidad de beber mayor cantidad de agua. Estos facilitan la eliminación de líquidos del cuerpo y, por ende, tendrá más sed.
Es bastante frecuente en perros mayores y consiste en un aumento de producción de cortisol. Entre sus síntomas aparecen el orinar y beber mucho, comer excesivamente, caída de pelo, debilidad, entre otros.
Los perros también pasan por este cuadro como los humanos y la irritación de las vías respiratorias superiores hacen que presenten tos o secreciones mucosas. Esta condición se le pasará en pocos días y de no ser así, es mejor llevarlo al veterinario.
Si tu perro estornuda cuando come o está cerca del polen, polvo, flores, moho, hierba, humo del tabaco o productos de limpieza del hogar, puede ser alérgico a ellos y al estornudar busca eliminar las sustancias que han entrado por su nariz.
Un virus puede ser el causante de que tu perro tenga constantes estornudos. Para saber que está sufriendo este proceso hay que prestar atención a otros síntomas como ojos o glándulas linfáticas hinchados, tos, moco, dificultades para respirar o cansancio.
Esto es el indicador de que tu mascota puede estar padeciendo de asma, bronquitis, neumonía, faringitis, moquillo, entre otros males, por lo que si estornuda mucho y se ahoga, debe recibir tratamiento cuanto antes.
Los ácaros no solo afectan a las personas, sino también a los perros pues pueden alojarse en su nariz y causarles mucha picazón, lo que conlleva a los estornudos.
Otra de las causas más graves es que tu ‘hijo de cuatro patas’ esté sufriendo una infección dental que le provoca una infección respiratoria y constantes estornudos. Un mal olor en la boca, inflamación en sus encías o bolsas de pus son señales de alerta.
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