
El rol de la alimentación no solo es un factor de mejor salud física y en prevención de enfermedades metabólicas como la diabetes, la hipertensión y el cáncer, sino que además en problemas de salud mental como la depresión.
Una dieta sana y saludable, con buenas proteínas de origen animal “libres de grasas”, el consumo de frutas y verduras y un cambio en nuestro estilo de vida mantendrán alejado a este problema de salud mental que, en los últimos 30 años, ha venido a ser uno de los grandes retos de la medicina, con nuevos medicamentos, pero también con una alimentación adecuada en donde el balance alimentario estabiliza un buen funcionamiento orgánico y mental.
La asociación de la depresión y la dieta guarda un factor de menor riesgo y hasta protección con la ingesta de verduras y frutas; inclusive el mayor consumo de verduras por la concentración de fibra, vitaminas como la vitamina A, C, E, minerales como el magnesio, calcio, hierro, potasio, ácido fólico y antioxidantes que contienen.

No existe una dieta para la depresión; lo que es evidente es que la deficiencia de estos nutrientes mencionados puede agravar un cuadro depresivo. Otro factor es hacer dietas extremas de Internet; por ello, siempre visite a su médico.










