Cuando se habla de Inteligencia Artificial (AI) puedes pensar que no es nada extraordinario, pues no tienes un robot en casa que te haga los quehaceres, ni uno en el trabajo para que te asista.
Sin embargo, sales a la calle y buscas un taxi por aplicativo, abres tus correos y redes sociales, y acabas en un cajero automático. Es en ese momento cuando te das cuenta de que todo el tiempo te rodeaste de Inteligencia Artificial (AI).
Pero, ¿qué es la Inteligencia Artificial (IA)? Son tecnologías que sirven para emular capacidades que estaban ligadas de manera exclusiva al intelecto humano.
Este concepto abarca desde la automatización de procesos hasta la robótica avanzada.
Tipos de Inteligencia Artificial
Se divide en dos tipos: Inteligencia Artificial Débil (IAD) e Inteligencia Artificial Fuerte (IAF). La primera agrupa a los sistemas entrenados para una tarea concreta.
Los asistentes virtuales, el motor de búsqueda web de Google y el software de reconocimiento de imágenes, por ejemplo, son un tipo de IAD.
La fuerte engloba los sistemas que poseen capacidades cognitivas humanas generalizadas. Es decir, son capaces de resolver tareas desconocidas porque tienen la ‘inteligencia’ para encontrar una solución.
Hoy la IAF sigue siendo un campo de investigación en constante evolución.
Científicos aclaran que la IA no pretende tener capacidades cognitivas generales, es decir, son programas diseñados para resolver un solo problema y, por tanto, no experimentan conciencia, solo buscan imitarla.
+dato
El término Inteligencia Artificial (AI) no es tan reciente como parece, pues en 1956 el profesor John McCarthy ((1927-2011) la creó como referencia a la capacidad de las máquinas para resolver problemas que hasta entonces solo los humanos podían hacerlo.
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