¿Crees que la parte más difícil de mejorar tu salud es ‘hacer dieta’? Te diré que la parte más difícil es cuando ese exceso de peso y los desórdenes alimentarios te llevan por otro camino como hipertensión arterial, diabetes II, dislipidemias, problemas hepáticos, problemas en la columna vertebral y finalmente cáncer.
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Ahí si la cosa si se pone difícil, porque ya no es cuestión de pelear con unos kilos de más, tampoco es hacer dieta; el problema es tratar una enfermedad complicada.
Recordemos que la ‘obesidad’ no es estar ‘gordito’, es una enfermedad que potencialmente se puede complicar.
Obesidad es una enfermedad que puede traer consecuencias irremediables. Foto: Istock.
¿Por qué es importante prevenir?
Y es que hablar de ‘prevención’ es poner en juego esos factores de riesgo que nos llevan al siguiente nivel que es tratar una enfermedad, no solo mejorando nuestros hábitos alimentarios, sino empezar a tomar medicamentos que quizás nunca hubiésemos necesitado.
Mejorar nuestros hábitos alimentarios es la mejor medida de prevención, quizás, de cualquier enfermedad.
Hipócrates decía ‘deja que la comida sea tu medicina, y la medicina sea tu comida’, nos lo venía diciendo desde hace 2500 años y hoy cobra más vigencia que nunca.
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