Hace once años, Erica Andres y Mateo Hogan iniciaron uno de sus sueños más grandes. Crearon una comunidad en medio de la naturaleza de Costa Rica, la ahora conocida Finca Bella Vista, que llama la atención por las casas en el árbol.
No solo es un atractivo turístico, en esta comunidad, las personas cultivan su propio alimento y tienen contacto con la naturaleza, es un verdadero pueblo sostenible y amigable con el medio ambiente. También tienen acceso a piscinas naturales, zonas de recreo y acceso a wifi.
La idea se formó cuando Mateo visitó Costa Rica y quedó maravillado por la naturaleza el lugar. Junto a su esposa, regresaron y se dieron cuenta que la zona estaba a la venta como un lugar para extraer madera, ellos se sintieron responsables de la preservación de esta zona y buscaron financiamiento.
Otras personas se entusiasmaron con la idea y apoyaron el proyecto. De ese modo inició la construcción de 25 estructuras y casas en los árboles.
Siempre se trata de cuidar el medio ambiente y recurren a métodos naturales. Captan el agua de las lluvias, reciclan materiales, tienen un jardín comunitario y paneles solares. No se pueden usar vehículos motorizados y el traslado es a pie.
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