Bodega 'Chikigu' está ubicada en el distrito de San Miguel. Foto: César Bueno.
Bodega 'Chikigu' está ubicada en el distrito de San Miguel. Foto: César Bueno.

“Cuando una puerta se cierra, otras se abren, porque los ganadores nunca renuncian”, reza un dicho popular. Y para muestra está Rafael Armendáriz Arteta (31), un joven comerciante que no la tuvo fácil, pero que con apoyo de su familia logró abrir su bodeguita ‘Chikigu’ en San Miguel.

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“Yo estudié dos años cocina y mi sueño era abrir un dark kitchen (cocina oculta), pero la pandemia lo impidió. A raíz de eso pusimos una primera bodega, pero no nos fue bien y terminó quebrando. Recién hace cuatro meses decidimos jugárnosla y abrir una nueva tienda, y la verdad es que ha sido la mejor decisión de mi vida”, comenta.

Aunque ‘Chikigu’ tiene solo 9 metros cuadrados, su fuerte es la variedad de productos que ofrece y la excelente atención de Rafael y su mamá, quien lo ayuda con la contabilidad, mientras él se encarga de la atención al público, coordinación con proveedores y stock de mercadería. Además, la bodega está ubicada en una zona estratégica de San Miguel, rodeada de colegios, restaurantes, farmacias y hoteles.

“Los vecinos siempre dicen que la tienda es chiquita, pero bien surtida. Tenemos abarrotes, bebidas, golosinas, artículos de limpieza y oficina, y hasta una vitrina con accesorios para las mujeres”, agrega el comerciante.

Mamá e hijo atienden juntos en bodega 'Chikigu'. Foto: César Bueno.
Mamá e hijo atienden juntos en bodega 'Chikigu'. Foto: César Bueno.

ATENCIÓN DE PRIMERA

Rafael confiesa que nunca imaginó todo lo que implicaría ser bodeguero y ahora que lo sabe, se siente más orgulloso de serlo.

“Nadie conoce el sacrificio que se hace en este trabajo, depende de uno que el negocio sea exitoso o no, hay que estar pendiente las 24 horas del día. A mí esta bodega me devolvió las ganas de vivir”, expresa.

Recalca que un bodeguero debe dejar las preocupaciones en casa, porque los clientes merecen una atención de primera.

AL DÍA CON LAS CAPACITACIONES

El emprendedor afirma que un buen bodeguero tiene que estar permanentemente capacitado, solo así conseguirá estar al día con las nuevas tendencias y estrategias del mercado. “Gracias a la Asociación de Bodegueros del Perú (ABP) tenemos talleres a nuestra disposición. Nos enseñan todo sobre redes sociales, atención al cliente, trato con proveedores”, indica.

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