Un matrimonio fuera de serie. Después de muchos años de risas, bromas y chistes, Gwendolyn Benavides y Sandro Altamirano decidieron por fin hacer algo serio en sus vidas: casarse. Pero la novia se rebeló ante el protocolar vestido blanco y escogió uno pomposo de siete colores, mientras que el novio, se engalanó con un traje lila y azul. De ese modo, vestidos de clauns, se dieron el ‘sí’ en el Parque del Amor, en Miraflores, frente a decenas de invitados que como ellos lucían la infaltable nariz roja.
La emoción de los novios llego a contagiar a la jueza que los casó, pues se animó a usar la nariz roja de claun para la respectiva foto del recuerdo. Los invitados, la mayoría de ellos también payasos, vistieron trajes coloridos y desprolijos.
El momento que más risa arrancó fue cuando el novio, con esfuerzo, quitó la liga de la pierna de su esposa. Luego las invitadas pelearon por agarrar el buqué. Al terminar la ceremonia, los esposos de estreno le contaron a Trome su historia de amor.
¿Dónde se conocieron?
Sandro: Gracias a una amiga que es claun y que asistía a mi escuela (Clínica del Doctor Claun).
¿Tu ahora esposa fue tu alumna?
Gwendolyn: Algo así, yo fui a su escuela porque esta amiga me habló de un taller muy divertido para clauns.
¿Quién conquistó a quién?
Sandro: Ella me gustaba pero no me animaba a decírselo.
Gwendolyn: Inicialmente él no me llamaba la atención. No me di cuenta de que le gustaba porque siempre me trataba de usted (risas).
Sandro: Y ella me decía señor Sandro (risas).
Ustedes que hacen bromas en todo momento, ¿cómo hicieron para hablar en serio de sus sentimientos?
Gwendolyn: Cuando empezamos a trabajar juntos, nos mirábamos, pero ninguno se atrevía a decir nada. Un día, después de clases, me invitó un café.
Sandro: Aproveché el momento y después del café, la invité a un karaoke. Luego de unas canciones, le robé un beso y así comenzó todo.
¿Cuánto tiempo tienen juntos?
Gwendolyn: Dos años.
Sandro: Nos encanta estar juntos, trabajamos juntos, hablamos de los mismos temas, nos criticamos mutuamente, creo que nos complementamos así que me pregunté ¿por qué no casarnos?
¿Qué te gusta de él, Gwendolyn?
Su nobleza, sencillez y la pasión que le pone a todo lo que hace, tiene mucha creatividad.
¿Qué admiras de ella?
Su vitalidad, talento, sus ganas de aprender y de esforzarse por ser la mejor, además, tiene una sonrisa especial.
Ustedes deben reírse mucho juntos, pero debe haber algo que no soporten del otro.
Gwendolyn: Él es terco, se tira pedos en las noches (risas).
Sandro: Es resentida, pero le dura poco.
¿Por qué deciden casarse vestidos como claun?
Gwendolyn: Se le ocurrió a él. A mí me encantó y acepté de inmediato.
Sandro: Nosotros nos conocimos en el mundo artístico, por eso creí que sería una gran idea casarnos vestidos de claun.
¿Tú diseñaste el vestido de novia?
Gwendolyn: Sí, lo mandé a confeccionar especialmente para la boda. Es pomposo y con todos los colores encima (risas).
¿Por qué en el Parque del Amor?
Gwendolyn: Es un lugar místico con mucho significado para las parejas que se aman, y porque al ser una boda única, quisimos que sea abierta al público.
Todos los invitados se convirtieron en clauns.
Sandro: Sí, además de nuestras familias, están los compañeros del rubro. Payasos y amigos actores para que sean parte de la primera boda claun del país.
¿Y la luna de miel?
Gwendolyn: La estamos guardando para el matrimonio religioso, que será el próximo año.
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