Patricia acude a mi consulta acompañada de Luisa, su madre de 88 años, quien recientemente, se le ha diagnosticado cáncer de estómago.
Terminada la consulta, Patricia me pidió conversar un ratito para pedirme que no le dijera nada a su madre sobre su diagnóstico porque se iba a impresionar.
Unos días después, Luisa va a mi consultorio para pedirme que le cuente qué tenía, pues ella sospechaba de que algo iba mal y deseaba saber la verdad, porque ella es una mujer lúcida e independiente y era su derecho saber la verdad.
La conspiración del silencio es el pacto no firmado, entre los médicos y la familia para ocultar el diagnóstico de una persona, con el objetivo de protegerla de una impresión.
En general, pienso que uno debe conocer la verdad de su diagnóstico, pero hay maneras adecuadas de dar las malas noticias.
Existen casos especiales en los que no se le cuenta al paciente su diagnóstico, como es el caso de la demencia.
Puedes encontrar al doctor Sandoval en: www.zonageriatrica.com
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