El cuello es una parte muy atractiva del cuerpo de una mujer y, aunque muchas veces nos olvidamos de él, si lo cuidamos, podremos mantenerlo fino y esbelto durante más tiempo y así lucirlo sin timidez.
El cuello debe recibir una serie de cuidados, como todo el cuerpo en general, con exfoliaciones regulares e hidratación diaria. Sin embargo, requiere cuidados más específicos, como si del cutis se tratara. Los mismos tratamientos que realicemos a nuestro rostro deberemos aplicarlos también a nuestro cuello. En este artículo te explicamos cuáles son los tips imprescindibles para tener un cuello joven y elegante de manera natural.
Exfolia cada semana
El primer paso para mantener la piel del cuello suave y firme es exfoliarlo regularmente. Una vez a la semana es suficiente, ya que más a menudo podrías irritar la piel, en especial si la tienes seca o delicada.
Para eliminar las células muertas de la piel usa bicarbonato de sodio, azúcar, sal marina, mezcla estos ingredientes exfoliantes con un poco de aceite de almendra o gel de aloe vera para masajear la zona con más facilidad. Hazlo suavemente, sin apretar, realizando círculos desde el pecho hasta la barbilla. Después de 5 minutos, enjuaga con agua fría.
Hidratarlo cada día
La misma loción hidratante que usas en el rostro puedes sacarle el provecho para hidratar tu cuello. Esta zona es tan sensible como el cutis, y también sufre el paso del tiempo perdiendo firmeza y arrugándose si no lo cuidas adecuadamente. Si quieres usar productos naturales puedes aplicar aceite de almendra, aceite de jojoba, o aceite de oliva. Cualquiera de estos productos hidratantes naturales son muy beneficioso para hidratar la piel del cuello en profundidad. Solo deberás usarlo dos veces al día: al levantarte y al acostarte.
Masajealo regularmente
Desgraciadamente, el cuello sufre las tensiones de la jornada por culpa de las malas posturas, las horas frente al ordenador, los malos gestos, etc. Para evitar las consecuencias de estas tensiones, usa el producto hidratante que hayas escogido para masajear suavemente el cuello, dedicándole 5 o 10 minutos diarios. Usando toda la palma de la mano, insistiendo bastante en la zona de debajo de la barbilla, donde suele aparecer la papada, para activar bien la circulación y eliminar las toxinas. Separa bien el pulgar y el índice y desliza la mano de arriba hacia abajo, apretando ligeramente la piel.
Relaja el cuello cada noche
El bruxismo o la tensión mandibular también influyen mucho en las tensiones del cuello, que empeoran su aspecto con el paso del tiempo. Para remediarlo, realiza ejercicios de mandíbula que te ayuden a relajar toda la tensión que se acumula en esta zona. No olvides que por la noche también apretamos la mandíbula inconscientemente, por lo que es muy importante que dedicar unos minutos a relajar bien esta parte del cuerpo antes de acostarte.
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