Hoy se celebra la noche de Halloween y los niños ya vienen preparándose con ilusión para lucir el disfraz más creativo y, recolectar así, con la típica frase “dulce o truco”, la mayor cantidad de caramelos posibles. Y es que, sin duda, estos son parte fundamental de esta celebración que permite aumentar la cuota de dulces consentida por los padres.
Pero, como sabemos, todo en exceso es malo, y el alto consumo de azúcares, no solo puede significar un aumento de peso o la aparición de caries, sino también, puede repercutir en problemas cardiovasculares o la peligrosa diabetes. Esto nos motiva a pensar en alternativas creativas con las cuales podamos reemplazar los dulces que recolectan los pequeños en esta fecha. ¡Aquí unas opciones!
Alimentos saludables:
No hay nada que con imaginación no se pueda hacer. Para este 31, podemos optar por entregar alimentos que aporte mayores beneficios nutricionales, como frutas decoradas: mandarinas con caras de calabazas, manzanas en forma de bocas sangrientas, con mermelada y frutos secos, simulando ser los dientes, fresas o plátanos bañados en chocolate negro, rico en antioxidantes, proteínas y ácidos grasos, con los cuales puedes formar brochetas de arañas, o galletas de avena en forma de calaveras.
Juguetes temáticos:
Otra opción que no tiene pierde son los juguetes. Año a año, las marcas vienen innovando, e incluso cuentan con juguetes alusivos a esta celebración: “Hemos visto que muchos padres optan por comprar juguetes. Incluso, estos pueden ser utilizados para armar los disfraces. Por ejemplo, nuestra línea Gross Science es perfecta para que los niños se diviertan creando heridas, manos zombies o cerebros sangrientos”, señaló Bárbara Vargas, jefa de marketing de Wish Trade.
Manualidades:
Si eres bueno con las manualidades, puedes preparar una tarjeta para sorprender a grandes y chicos, o brindar algún detalle como stickers, llaveros o pines temáticos, decorados con las populares calabazas, brujas, zombies, entre otros.
Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), el sobrepeso y la obesidad en niños entre los 5 y 9 años alcanza el 24.6% de la población y somos el país de América donde esta cifra ha tenido un crecimiento más acelerado en los últimos años.