Un día como hoy de hace 145 años, el 8 de octubre de 1879, se celebró el combate de Angamos, en que la muerte de nuestro contralmirante Miguel Grau y la captura de su buque, el monitor Huáscar, decidió la suerte de la Guerra con Chile.
Con el control del mar, Chile quedó con las puertas abiertas para invadir suelo peruano y apoderarse hasta hoy parte de nuestro territorio.
El resultado del enfrentamiento desigual del Huáscar con los modernos blindados chilenos Lord Cochrane y Blanco Encalada se festejó en Chile y lamentó en el Perú, aunque a la vez tuvo repercusión en la prensa internacional. Veamos qué dijeron algunos diarios del extranjero:
- The Herald, de Nueva York (Estados Unidos), informó que “no se necesita haber estado del lado del Perú en la infortunada guerra de Sud-América para lamentar que el gallardo Huáscar haya sido capturado por los chilenos”. La “competencia en su manejo ha colocado” a “este buque entre los más famosos que han surcado las aguas americanas”, indicó.
- The Times, de Londres (Reino Unido), refirió que “el Huáscar es un buque histórico, figurando en todos los combates navales en el curso de la guerra; ha bombardeado las poblaciones de los chilenos (solo las fortificadas), perseguido y capturado los buques transportes y ha sido por varios meses el terror de la costa chilena”.
“Al mando de un hábil y valiente oficial (Miguel Grau), y tripulado por hombres excelentes, el Huáscar ha sido siempre un formidable adversario”, recordó.
- La Estrella, de Panamá, remarcó que el Huáscar era un “buquecito (que) parecía tener vida encantada” por sus “numerosas y arriesgadas empresas a que con frecuencia lo llevaba su valiente comandante”, Grau, “cumplido caballero” admirado porque “no dejaba en pos de sí poblaciones indefensas incendiadas ni destruía vidas y propiedades innecesariamente”.
- La Tribuna, de Buenos Aires (Argentina), advirtió que “la estrella polar de Grau era la victoria y, antes de rendirse, prefería la muerte” que halló como “gran titán de los mares”.
“El Huáscar, la pesadilla de la escuadra chilena; Grau, la pesadilla de los chilenos; inseparables eran, el navío y el contralmirante”, destacó.
El 26 de octubre de 1789, La República, de Buenos Aires, cuestionó que en Chile festejen como una proeza el triunfo de su escuadra con los blindados Lord Cochrane y Blanco Encalada sobre un “pequeño buque”, el Huáscar bajo el mando de Miguel Grau, que “no presentaba más ventaja que el ser mandado por un marino valiente y experto que puso a raya a toda la escuadra chilena, haciéndola fugar y teniéndola en jaque durante seis meses”.
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