. La pérdida de un padre, una madre, un esposo, un hermano u otro ser querido son hechos que no se puden asimilar tan rápido, todo toma su tiempo para entender que esto es parte del ciclo de la vida. Es importante que sepas que estás en todo tu derecho de sentirte mal, de llorar, de gritar, de no tener ganas de hacer nada, pues es un proceso que debes ir cerrando de a pocos y sin prisa. No trates de llenarte de actividades para cerrar las facetas del duelo, ya que ese dolor y tristeza se manifestarán de formas inapropiadas o a través de enfermedades psicosomáticas.

Ruth Kristal, psicóloga de SANNA Clínica San Borja nos explica más sobre el duelo y cómo podemos sobrellevarlo en nuestras vidas.

¿QUÉ ES EL DUELO?

El duelo es aquel proceso emocional que expresa la manera en que la persona se siente ante la pérdida de un ser querido. Es un proceso normal y esperable.

¿CUÁNTO TIEMPO DURA UN DUELO POR FALLECIMIENTO?

La mayoría de las culturas y religiones considera que un duelo “normal” suele durar aproximadamente un año. Eso no significa que la persona se mantiene en el mismo estado de ánimo todo el tiempo, pues cuando el doliente; es decir, el que sufre el duelo puede pasar por actitudes de negación, es eso quiere decir que la persona niega el suceso, expresado por “No es cierto”, “no puede ser”, “No lo creo”, o la persona no logra conectarse con sus sentimientos tristes o de enojo, “no siente nada”.

También hay estados de ira o cólera, muchas veces dirigida a potenciales o hipotéticos culpables, ya sea personas o circunstancias, “es culpa de…” Y sintiendo mucho enojo. Se puede sentir enojo también hacia la persona fallecida, porque repentinamente nos dejó, o porque nos hizo sufrir y sacrificarnos “en vano” …

Otra faceta es la de la depresión o tristeza, que siente la persona manifiestamente, puede llorar, dejar de comer, deprimirse por algún tiempo, debido a la pérdida. Por último, está la resignación, faceta en la que la persona acepta la pérdida de su ser querido. No todas las personas pasan por todas las fases y para algunos, una de ellas es predominante.

¿A QUÉ SE LE CONOCE COMO DUELO PATOLÓGICO?

El duelo patológico es cuando la persona no logra pasar por las etapas antes señaladas, se detiene en una de ellas y se mantiene en estado doliente por un tiempo prolongado. Esto se puede deber a múltiples factores. Por ejemplo, hay casos en que el deudo no tuvo tiempo de despedirse de su ser querido, puede suceder que la persona que falleció estaba en conflicto con el deudo, puede haber habido una discusión o desacuerdo con esa persona, lo que hace que el deudo se quede con sentimientos de culpa.

Hay ocasiones en que la persona se le da por muerta, pero por sospecha, pues desapareció, falleció en la calle, en una situación de guerra, desastre natural, o situaciones semejantes en las que no es posible recuperar el cuerpo y no hay ceremonia de entierro, funerales propiamente dichos siguiendo las tradiciones de cada uno, en esos casos se dan duelos especiales, incompletos, que nunca se pueden cerrar. En estos casos los duelos son muy prolongados, enfatizados en uno de los aspectos, muchas veces es el enojo, la sensación de injusticia, de tristeza, de impotencia.

¿POR QUÉ NO SE DEBE POSPONER UN DUELO?

Es importante pasar por las facetas antes descritas que permitan elaborar el impacto que causa perder a un ser querido. El típico dicho “hay que pasar la página”, “hay que seguir adelante”, a veces es un consejo incorrecto porque es necesario darle tiempo y espacio al dolor, a la tristeza, incluso a la cólera que se puede sentir, para poder llegar a la fase de resignación.

A veces se educa a las personas a no mostrar sus sentimientos, ello puede llevar a la persona a desconectarse de sus propios sentimientos, los mismos que más tarde o más temprano van a aflorar. Sin embargo, La pérdida de un padre, una madre, un esposo, un hermano u otro ser querido son hechos que no se puede asimilar tan rápido, nos puede tomar meses para entender lo que realmente ha sucedido y que esto es parte de la vida. Todos podrán decir que el tiempo nos ayudará a apaciguar el dolor, pero no hay palabras que calmen la pena que se acrecienta con el pasar de los días. Lo importante es saber que estás en todo tu derecho de sentirte mal, de llorar, de gritar, de no tener ganas de hacer nada, pues es un proceso que debes ir cerrando de a pocos y sin prisa. No trates de llenarte de actividades para cerrar las facetas del duelo, ya que ese dolor y tristeza se manifiestan de formas inapropiadas o a través de enfermedades psicosomáticas.

SOMOS SERES HUMANOS, NECESITAMOS LLORAR, SENTIRNOS TRISTES POR PERDER A UN SER QUERIDO...

Cada cultura y religión tiene su manera de elaborar un duelo, esos rituales son importantes de llevarse a cabo. Algunos tienen la costumbre del velorio, de la misa de la semana, del mes, del año, otras religiones suspenden toda actividad y se quedan en casa a recibir el pésame de parte del colectivo al que pertenece. Algunos centros de trabajo dan libre unos días para elaborar el impacto del duelo.

Muchas veces se complica el proceso porque existe una serie de acciones burocráticas que se deben de llenar y que distraen del dolor. Existen muchas ocasiones que el fallecido no dejó ordenado nada respecto a su vida, a sus pertenencias, cuentas, obligaciones, etc. Y la familia se ve de golpe frente a una situación que desconoce y que debe resolver.

También pueden surgir problemas de índole económico, trasladándose el dolor de la pérdida por la frustración y la preocupación de cómo afrontar los gastos de la enfermedad, del sepelio, etc. Todas estas situaciones distraen de la elaboración del duelo, lo que termina siendo negativo para el deudo. Tampoco se trata de que la persona, de forma consciente se diga a sí mismo: “Debo transitar por el duelo de forma completa, me debo poner a llorar, debo estar triste”.

El proceso es bastante inconsciente, se reacciona de una determinada manera, a veces inevitable, a veces la persona sufre porque no es capaz de llorar, o porque no es capaz de conectarse con la situación o porque está tan molesto por la muerte del familiar que no logra salir de ello, o molesto con las circunstancias que llevaron a la muerte de su ser querido sintiendo que ha sido injusto y todo ello no le permite procesar adecuadamente el hecho del fallecimiento del ser querido. Por ello, no se trata de decir “voy a hacer un duelo completo” sino que se debe educar desde niños para ser capaces de ponerse en contacto con sus sentimientos, ser capaces de reconocer qué está sintiendo, ser capaz de expresar verbalmente lo que siente.

¿CÓMO PUEDE REACCIONAR NUESTRO CUERPO A FUTURO SI REEPLAZAMOS EL DUELO POR ACTIVIDADES?

- Como decía líneas arriba, en ocasiones es inevitable tener que actuar pues existen asuntos burocráticos, urgentes que hay que atender. Eso es diferente a esconderse atrás de la sobreactividad, Es decir, esconderse atrás de múltiples actividades para evitar ponerse en contacto con el dolor. Lo más saludable es darle un espacio a ese dolor, permitirse pasar por las diferentes facetas del duelo, darse el tiempo para ello. Si la persona no lo hace, más tarde o más temprano, dicho dolor y tristeza se manifestarán de formas inapropiadas o a través de enfermedades psicosomáticas.

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