El loro gris africano, ya considerado por investigaciones previas como el animal no humano más inteligente del planeta, tiene enormes similitudes con las personas, hombres y mujeres, a nivel de su inteligencia para coordinar y relacionar palabras.
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Un reciente estudio ha determinado que el loro gris africano es el mejor imitador del habla humana, pero además razona y no repite por repetir. Esta peculiar especie de ave llega a tener un repertorio de hasta 60 palabras.
Por ejemplo, Alex, el loro más famoso en todo el mundo de esta clase, era capaz de decir frases completas y con sentido, como “presta atención, cálmate”, o “adiós, me voy a cenar, nos vemos mañana”. Fallecido en 2007, también podía imitar sonidos de otros animales, como un búho, un gallo, un chimpancé, o un cerdo.
Rafael Zamora, director científico de Loro Parque Tenerife, destaca que esta capacidad de imitación de los loros frente a otras aves es debido al avanzado nivel de comunicación social que existe entre ellos.
“Necesitan estar en grupo y mantener ese contacto, incluso en la distancia, como si fuera un walki-talkie, con sonidos muy sutiles que varían y es como una especie de lenguaje”. También son capaces de imitar tanto a sus depredadores como a sus víctimas, y así pueden despistarlos.
Repetir es algo innato para estos loros, pero ser capaces de responder a lo que le está preguntado su cuidador es cuestión de entrenamiento. Precisamente, Irene, la cuidadora de Alex, llegó a admitir que nunca se había encontrado un loro con esa capacidad tan poderosa intelectualmente. “El entrenamiento es una parte muy importante porque tienen una relación directa con el cuidador, él se entretiene y tú le das una tarea que no tendrían en la naturaleza”, indica el investigador.
En el Loro Parque de Tenerife nacen 1000 pichones de loros cada año, se trata de la mayor reserva genética de loros del mundo, por lo que no es de extrañar que alguno siga los pasos de Alex.
“De cada cuatro o cinco crías, hay una que todavía no tiene las plumas y ya empieza a intentar imitar sonidos”, afirma Rafael Zamora. De todas formas, el experto indica que, al igual que los humanos, cada uno de estos loros tienen diferentes capacidades y cualidades. “Si son capaces de imitarte la voz y encima utilizar las palabras en un momento concreto, es algo más que sorprendente para un cerebro tan pequeño como es el de un loro”.
Para que los loros puedan emitir este tipo de sonidos, cuentan con algo similar a nuestras cuerdas vocales. “Al nivel de la tráquea tienen un aparato que es capaz de vibrar, e incluso hacer dos sonidos diferentes a la vez, algo asombroso”. Esto no es algo único en los loros, también lo tienen otras aves cantoras, como el jilguero o el canario.
Pero volviendo al caso de los loros, lo que les distingue de estas aves es que también el pico y la lengua les ayudan en la representación de las palabras y en la imitación de sonidos. Gracias a ello, hay loros que pueden seguir ritmos musicales o, como apunta el director científico del Loro Parque, la Cacatúa de las Palmeras, que es capaz de utilizar un tronco como palillo de tambor y así llamar a su pareja desde una gran distancia.
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