Cada primer domingo de mayo se celebra el Día Mundial de la Risa, por eso es importante festejar esta fecha con un acto tan sencillo, espontáneo y gratificante como es reír. A través de este gesto no solo manifestamos, sino también funciona como una gran herramienta de comunicación para abrir espacios de conexión, por ejemplo, en un diálogo con otra persona con la cual espera crear un vínculo constructivo.

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Esta acción que activa aproximadamente 400 músculos del cuerpo juega un papel fundamental en el estado de ánimo, mediante la liberación de neurotransmisores y hormonas como la serotonina, la oxitocina, las endorfinas y la dopamina, que generan sustancias que combaten la ansiedad y la depresión, ayudando a crear pensamientos más positivos para un cambio de actitud ante diversos escenarios.

“Reír es gratis y es algo que podemos hacer tanto solos como acompañados. Reírse de las propias preocupaciones ayuda a desdramatizarlas y ponernos por encima de ellas, dejando de lado la angustia a la hora de abordar los problemas. Este acto no solo disminuye los niveles de hormonas del estrés, sino también estimula el corazón, pulmones y músculos”, afirma la Dra. María Elena Escuza Pasco, directora de la Escuela de Psicología de la Universidad Norbert Wiener, potenciada por Arizona State University.

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Teniendo en cuenta ello y en torno al Día Mundial de la Risa (7 de mayo), la especialista da a conocer los principales beneficios de la risa:

Mejora tu sistema inmunológico. Ya que al reírnos se generan anticuerpos que se encargan de luchar contra virus y bacterias, fortaleciendo nuestro sistema inmune.

Refuerza nuestras relaciones sociales. Debido a la segregación de hormonas que liberan el estrés y la ansiedad, lo que nos ayuda a expresar nuestras emociones desde el lado positivo. La risa nos hace felices a nosotros y a la gente que nos rodea.

Alivia el dolor y la tensión. Una risa puede ser el mejor analgésico natural, porque libera endorfinas en el cerebro que funcionan como sedantes para calmar cualquier dolor o tensión en el cuerpo.

Es bueno para tus pulmones. Ya que entre carcajadas cogemos el doble de aire que una respiración normal, lo que produce una mayor oxigenación de la piel, entre otros tejidos.

Eleva nuestra autoestima. Al saber reírnos de nosotros mismos, lo cual nos permite ser conscientes que la vida no es perfecta y es mejor tomársela con buen humor. La risa ayuda a transformar una situación aparentemente complicada en una más llevadera, combatiendo la timidez.

Te hace lucir más amigable y ameno. Usualmente, cuando reímos lucimos más accesibles para quienes nos rodean, es decir, nos vemos más amigables y positivos. Una persona con buen humor y manejo de estrés siempre transmitirá una gran actitud y buena energía.

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