Si has tenido una familia disfuncional, una infancia complicada o un padre ausente, lo más seguro es que te hayas preguntado (al menos una vez) si serás un buen papá o repetirás el patrón del tuyo. A diferencia de lo que muchos creen, tus heridas emocionales de niño no condicionan tu futuro. Al contrario, deberían ser la motivación que necesitas para tomar el control de tu vida.
La psicóloga Juliana Sequera indica que si bien uno no escoge a su familia ni la infancia que vivió, llegada la edad adulta sí escoges el camino que quieres recorrer. “Muchos creen que el carácter es hereditario, pero no. Si ya identificaste modelos de conducta que no quieres seguir, entonces es momento de hacerte cargo”, explica.
Sequera brinda tres consejos que te ayudarán a convertirte en el papá que sueñas ser:
- El primer paso para avanzar es aprender a perdonar y soltar el rencor. “Detrás de todas las personas hay una historia que explica su comportamiento. No lo juzgues, perdona y construye tu vida”, comenta Sequera.
- Identifica qué conductas te hicieron daño y no quisieras repetir. Transfórmalas y trabaja en ellas. Recuerda que eres el único arquitecto de tu destino.
- Si crees que el rencor es tan grande que escapa de tus manos, pide ayuda a un especialista.
CONSEJITO A TENER EN CUENTA
Nunca es tarde para tener una infancia feliz, así seas adulto. ¿Cómo? Reinterpretando las situaciones que viviste, reescribiéndolas y entendiendo que todo fue aprendizaje.
Recuerda que el rencor solo traerá más dolor en tu vida. Si quieres empezar de cero y reconstruir tu camino, entonces tienes que perdonar, soltar el resentimiento. Quédate con lo bueno o rescatable de la infancia que viviste. Aprende de los errores que cometió tu padre y transfórmalos en experiencia.