Hace unas semanas una figura conocida del espectáculo informó que decidió quitarle el apellido paterno a uno de sus hijos en las redes sociales. Esta acción causó gran revuelo y muchos se preguntaban si era posible. Los especialistas en leyes señalan que no existe como tal el ‘quitarse’ el apellido, ya sea de la madre o el padre. El término correcto sería cambiarse el apellido. Eso sí se puede hacer cuando uno adquiere la mayoría de edad. En el caso de un menor de edad, depende de algunos factores.
PIÉNSALO BIEN
Esta situación puede ser considerada como ‘justicia’ para la madre porque si el padre no paga la pensión de su hijo, pues no tiene el ‘derecho’ de que lleve su apellido. Sin embargo, esto va más allá porque -según el psicólogo y psicoterapeuta Walter Hinojosa- la figura del padre es fundamental para la salud emocional de los hijos, pues una paternidad con una crianza positiva hace más seguros a los chicos dentro de casa, pero también fuera de ella. Incluso mejoran su control de emociones y su relación con los demás.
“Tu hijo al ver el cambio de apellido estará confundido porque se preguntará a qué se debe y lo primero que se le vendrá a la cabeza es que su papá no lo quiere. Las mamás deben pensar muy bien antes de hacerlo, al final no dañarán al hombre, sino al ser que más aman. Recuerden que es solo un apellido en un papel”, indicó el especialista.
SABÍAS QUE...
El artículo 29° del Código Civil precisa: ‘Nadie puede cambiar su nombre ni hacerle adiciones, salvo por motivos justificados y mediante autorización judicial’. Entonces, si el progenitor no cumple los deberes con sus hijos este podría ser argumento para sustentar el proceso legal de cambio de apellido.
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