Queda menos de una semana para la llegada de la Navidad y muchos niños esperan con ansias los regalos que recibirán. Pero, mientras los más pequeñitos anhelan el juguete soñado, otros, los más grandes y entrados en la adolescencia, ya pidieron el suyo: dinero, para comprarse lo que ellos quieren.
No te asustes, papá, mamá, si tu hijo ya expresó su deseo, recuerda que el dinero también educa. Sin embargo, hay que supervisar para qué lo quiere, después de todo sigue siendo un niño y necesita de tu guía.
Según los expertos, hay varios motivos por los que los chicos deciden pedir plata antes que un juguete o artículo.
Quizá no aciertas con el obsequio añorado (quiere evitarte la incómoda tarea de tener de devolverlo o cambiarlo después de las fiestas) o ya vio su regalo en una tienda y él mismo quiere comprarlo, o está ahorrando para comprarse algo más costoso.
Lo importante es que sepas para qué lo va a usar y lo corrobores o, lo que es mejor, acompáñalo a que lo compre.
Muchos dicen que es malo regalar dinero en efectivo porque da la idea de desinterés, que no nos importa y por eso no nos tomamos el tiempo de buscar el regalo adecuado. Sin embargo, su uso es lo que determinará si es bueno o no. También es una buena manera para que los niños más grandes ganen autonomía e independencia, aprendan sobre el manejo del dinero y sientan control sobre sus decisiones.
Los padres deben conocer primero qué hace su hijo adolescente y cómo es su entorno para saber más o menos cuánto podría necesitar. Analicen cuál es su relación con el dinero y recuerden ser su guía y estar siempre en su vida.
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