
Los vinos afrutados están conquistando las mesas peruanas. No solo por su sabor ligero y refrescante, sino porque se adaptan a una enorme variedad de platos, desde una cena gourmet hasta un simple piqueo con amigos.
Entre ellos, los vinos fermentados de berries de Morandina, elaborados al pie de la Cordillera de los Andes (Caraz, Áncash), se han convertido en los favoritos de quienes buscan nuevas experiencias sensoriales. La sommelier y vocera de la marca, Luisa Bobadilla, explica que cada botella encierra la esencia del bosque andino y la frescura de nuestras frutas nativas.
Pero ¿cómo elegir el vino afrutado ideal según lo que vas a comer? Bobadilla comenta que la clave está en el equilibrio entre sabores: lo dulce y lo salado, lo ácido y lo cremoso.

“Un vino afrutado puede elevar un plato si se combina con inteligencia, potenciando aromas, texturas y sensaciones. Así, cada sorbo se convierte en una prolongación del bocado, un diálogo entre el vino y la comida que puede sorprender incluso a los paladares más exigentes”, explica.
A continuación, tres irresistibles opciones para maridar según el tipo de vino afrutado que prefieras: Berry Mix, Aguaymanto y Arándanos.
BERRY MIX
Elaborado con arándanos, frambuesas y zarzamoras, este vino combina a la perfección con comida oriental, sobre todo cuando hay contrastes entre lo dulce y lo salado. También va genial con postres como un cheesecake de frutos rojos.

AGUAYMANTO (GOLDEN BERRY)
Esta fruta andina aporta un toque fresco y ligeramente ácido que realza los sabores del mar. Ideal para maridar con platos marinos como ceviche o tiradito, pero también con pastas cremosas —como un fetuccini a la huancaína— o ensaladas ligeras. En postres, armoniza deliciosamente con una tartaleta de aguaymanto.

ARÁNDANOS (BLUE BERRY)
“Este vino de arándanos, fruta rica en antioxidantes y reconocida por favorecer la salud cardiovascular, es el best seller de Morandina. Es ideal para acompañar una deliciosa parrilla o platos criollos como un seco a la norteña o un arroz con pato. Si quieres bajar esa grasita después de comer, este es perfecto para ti. Lo recomiendo a ciegas”, asegura la sommelier.

Cada copa de estos vinos andinos es una invitación a descubrir nuevas formas de disfrutar la comida peruana. No hace falta ser experto para experimentar: solo animarse a probar, combinar y dejarse sorprender por la magia de los berries fermentados. Morandina propone precisamente eso: atreverse a saborear lo nuestro con un toque diferente, refrescante y sofisticado.










