Hasta las parejas más enamoradas han pasado por este remolino de emociones con la llegada del primer bebé a la casa. Y si bien representa una de las etapas más hermosas de la relación, también significa grandes retos y momentos de tensión que aprenderán a superar en el camino.
“Si bien el tema de las hormonas afecta más a la madre, el papá también pasa por cambios psicológicos muy fuertes porque podría llegar a sentirse desplazado de la atención de la pareja. Aquí es donde entra la comunicación y el compromiso que existe entre ambos. No es casualidad que el mayor índice de infidelidades se dé en esta etapa”, comenta la psicóloga Juliana Sequera.
La experta indica que también existen otros factores que pueden generar conflictos en la relación. “Los dos han tenido distintos estilos de crianza y esa mochila se verá reflejada en el bebé. Si no llegan a acuerdos y aprenden a ceder en determinadas situaciones, será un factor que puede hacer tambalear la relación”, explica.
Sequera agrega que es vital dedicarse un tiempo para reconectar con la pareja (física y emocionalmente), hablar de temas que no involucren al bebé, sino a la relación y engreírse otra vez. “Aprendan a decir lo que les gusta y lo que no, porque si no hablan, la otra persona pensará que todo marcha bien”, afirma.
DATITO
La tasa de infidelidad en este periodo es muy alta por la vieja excusa de que ‘ella no tiene tiempo para mí’, pero en realidad es el papá quien no tiene compromiso con su familia.