En invierno, como que algunos alimentos pierden vigencia: las ensaladas quedan de lado, las frutas no provocan mucho y beber agua se hace algo imposible.
Generalmente recurrimos a alimentos más calóricos, a bebidas calientes y al chocolate.
También, en época de frío, tendemos a hacer menos actividad física.
Pareciera que el panorama es muy desalentador e, inevitablemente, subiremos de peso en invierno.
Nada más falso, es solo cuestión de revertir la tendencia para mantener nuestro peso y una buena salud.
Darnos cuenta de que los requerimientos nutricionales son los 365 días del año y comer a nuestras horas.
Y en cuanto a nutrientes... no debemos variar mucho: canjear una ensalada por una crema de verduras, las frutas en compotas y beber infusiones.
Además, la mejor forma de entrar en calor es con el movimiento.
Asimismo, hacer énfasis en consumir alimentos que mejoren nuestras defensas, como la vitamina C, y una buena hidratación.
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