Una de las enfermedades crónicas más frecuentes es el asma. Según datos de la OMS (Organización Mundial de la Salud) afecta a 300 millones de personas en el mundo y, pese a no tener curación, diversos especialistas aseguran que se puede llevar una vida normal.

Así también lo dice el médico neumólogo Gur Levy de GSK (GlaxoSmithKline), quien exhorta al paciente a ser constante en su medicación y usar de manera adecuada los inhaladores.

Una vez conocido el diagnóstico se deberá reconocer los signos de alarma, es decir, situaciones que exacerban el asma en la persona, ya que no todos los asmáticos sufren crisis por las mismas causas. Hay quienes tienen crisis con el polvo, pero otros –por ejemplo– con el pelo de un animal.

En temporada de invierno es importante que los asmáticos se vacunen contra la influenza, pues es un desencadenante importante. Para evitar una posible crisis asmática, los pacientes deben evitar los cambios bruscos de viento, cambiar la ropa de cama una vez por semana y evitar tener peluches, pues son acumuladores de polvo y ácaros.

INHALADORES

Una vez controlado el asma, deberían usar más los inhaladores de control (cuando hay un amago de asfixia) y los de rescate (cuando la crisis es fuerte), así lograrán tener menos restricciones en sus actividades, y llevarán una vida sin más preocupaciones.

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