Si aún no le has comprado la mochila escolar a tu niño, toma en cuenta la cantidad de cuadernos que cargará en ella para que hagas una mejor elección. Y una vez que la adquieras, verifica cómo tu pequeño usa este accesorio ya que llevarlo incorrectamente sobre la espalda podría ocasionarle severas lesiones en la columna.
Para Christiam Megue, terapeuta físico del Hospital de la Solidaridad, el peso de la mochila no debe exceder el 10% del peso corporal del niño o adolescente.
“Si la carga de la mochila es excesiva, el niño llevará los hombros hacia adelante y hará un sobreesfuerzo que poco a poco perjudicará su postura e incluso podría desviar lentamente su columna. Por eso, en el caso de que el menor pesara 35 kilos, se recomienda que el peso de la mochila no sea mayor a 3.5 kilos”, reiteró el especialista.
TIRANTES ANCHOS Y ACOLCHADOS
A la hora de escoger las mochilas es importante que los padres de familia opten por las que tengan tirantes anchos y acolchados, con un refuerzo en la zona lumbar (correa). Asimismo, el ancho de la mochila no debe ser mayor al de los hombros ni tronco del escolar.
“Hay que educar a los niños a que lleven siempre la mochila de los dos tirantes, jamás de uno solo. Además, una vez puesta la mochila, verificar que quede 5 centímetros encima de la cintura, no sobre los glúteos”, dijo el fisioterapeuta Christiam Megue.
Respecto a la carga, se recomienda repartirla equilibradamente. Colocar los libros o material más pesado cerca de la zona de la espalda y en posición vertical.
MOCHILA CON RUEDAS
Si el niño lleva mochila con ruedas, el asa de esta debe llegar a la altura de la cintura; el niño debe mantener la columna recta y no curvada cuando la lleve.
El mal uso de este elemento fundamental para los escolares puede generar consecuencias irreversibles que se van presentando a largo plazo, entre ellas desviación de columna, escoliosis infantil, cifosis o columna encorvada, y en algunos casos artrosis precoz, que con el paso de los años afectará gravemente la salud del niño o adolescente.
Si esta mala praxis se realiza en niños muy pequeños, podría afectar el correcto crecimiento de sus huesos.
Si te interesó lo que acabas de leer, puedes seguir nuestras últimas publicaciones por Facebook, Twitter, y puedes suscribirte aquí a nuestro newsletter.