Ante la proximidad de la Semana Santa y la costumbre de las familias peruanas de tener el pescado como plato principal, D’Janira Paucar, nutricionista del Ministerio de la Producción, brinda consejos para elegir esta carne fresca al momento de la compra tus alimentos.
Verifica que los ojos del pescado sean brillantes, transparentes y abultados (saltones).
El músculo debe estar firme al tacto. Si al presionar vuelve a su sitio rápidamente, es fresco.
Las agallas (branquias) deben ser de un rojo intenso. Si tienen un tono gris o amarillento, no compres.
El olor del pescado fresco siempre es suave y a mar. Nunca demasiado intenso y desagradable.
En caso de tener escamas, estas jamás son viscosas y se encuentran adheridas a la piel del pescado.
Cómpralo en el puesto de venta que lo exhiba con hielo. Esto garantiza que se encuentre a una temperatura cercana a los 0 °C y mantenga su calidad nutricional.
EN CASA
Si no lo vas a preparar inmediatamente, refrigera esta carne en un recipiente con tapa. Solo asegúrate de que le retiren las vísceras y escamas, y le hayan pasado un paño húmedo limpio. Mejor aún si lo cortas en trozos o filetes, dependiendo de cómo lo vas a cocinar luego de descongelar.
