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Guiller. 22 de abril de 2005. Foto GEC Archivo
Para Guillermo Caldas Cuya, su verdadero nombre, que no se toquen boleros era como si dejara de haber una cervecita en la mesa cuando se trata de celebrar o llorar por alguna traición. “Los peruanos cuando queremos celebrar algo lo hacemos con una cervecita. Eso ocurre cuando la selección gana o pierde. Incluso, cuando sufrimos una decepción amorosa, la cervecita y boleros siempre están ahí presentes”, dijo en una oportunidad el cantante que tuvo una carrera artística de más de 40 años, y en los cuales logró muchos triunfos musicales.
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Guiller al lado de Pedrito Otiniano y Jhonny Farfán. 20 de febrero de 2003. Foto GEC Archivo
Como se recuerda, semanas atrás, la hija del cantante, reveló que el artista estaba en la Villa Mongrut y que había empezado a presentar problemas neurológicos, por lo que requería con urgencia ser trasladado a una unidad de cuidados intensivos. Durante los últimos días su salud se fue resquebrajando y perdiendo la lucha contra esta terrible epidemia. Lamentablemente ayer no resistió más y nos dejó con el recuerdo de su simpatía y profesionalismo. Alce vuelo maestro Guiller.Guiller al lado de Pedrito Otiniano y Jhonny Farfán. 20 de febrero de 2003. Foto GEC Archivo
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Guiller. 07 de abril de 2004. Foto GEC Archivo
Guiller era un auténtico interprete de ese bolero, nuestro bolero cantinero sobrio y estridente, en el, que la violencia cotidiana se traduce en un lenguaje directo que tiene menos de poesía y más de crónica roja, de un discurso repetitivo, como un disco rayado en el éxtasis del sufrimiento amoroso. Era ese bolero donde resaltaba su interpretación, el acento característico de lo cantinero peruano, sobre todo, en la manera de cantar, en el tono quejumbroso y llorón. En su instrumentación son fundamentales las guitarras, aunque a veces también hay órgano y trompetas.
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Guiller. 22 de abril de 2005. Foto GEC Archivo
Guiller nació en Lima en el populoso Barrios Altos en la calle El Milagro. Sus raíces artísticas se inician desde cuando su padre cantaba en una agrupación musical y todas las mañanas al levantarse lo escuchaba cantar. Su primer disco lo grabó en el año 1976 con el tema “Cautivo” que rompió todos los esquemas pues era el más pedido por los oyentes en las diferentes emisoras radiales.
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Guiller. 22 de abril de 2005. Foto GEC Archivo
Indudablemente el tema que siempre lo identificó fue “El rey de las cantinas”, tema que nunca faltó en cada una de sus presentaciones nacionales e internacionales y tanto era el apasionamiento del público que casi siempre lo hacían cantarla hasta dos veces. Grabó alrededor de 206 temas de su autoría y todos éxitos. Boleros como Cautivo, Corazoncito, Parte de Matrimonio, El Rey de las Cantinas, El Divorcio, entre otros le dieron grandes satisfacciones al recordado bolerista.
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Guiller. 09 de junio de 2010. Foto GEC Archivo
En sus décadas de trayectoria, Guiller dejó un legado musical imborrable que será recordado por muchos al anuncio de su muerte, como un culto que sobrevive entre románticos del ayer, y generaciones posteriores que de alguna manera tratan de rescatar uno de los géneros más globales nacidos en esta parte del planeta. Que en paz descanse maestro Guiller.