José Pasache estudió administración de empresas e hizo una gran carrera en el mundo corporativo y a su hermano Martín le iba muy bien desempeñándose como arquitecto. Al margen de sus carreras, ambos tienen algo en común: tenían que comer en la calle y extrañaban la comida que preparaba su mamá, por lo que decidieron crear ‘Tappers.pe’, una plataforma donde hay un variado menú, el cual se envía a los clientes a sus oficinas o casas a través de delivery.
Aquí la peculiar historia.
Martín, ¿cómo nace la idea de crear ‘Tappers’?
Tuvimos una infancia bien familiar, siempre estábamos acostumbrados a la comida de casa. Cuando crecimos cada uno tomó su trabajo y día a día nos obligaba a alimentarnos en la calle, por ello tuvimos la idea de rescatar la comida de casa.
¿Cuánto tiempo les tomó investigar el mercado?
Nos tomó un año, en las primeras investigaciones no dábamos con los perfiles de mamás. Luego encontramos a quienes iban a dar marcha a la máquina, captamos a más amas de casa que tenían su propio ingreso y los clientes valoraban esta propuesta.
¿Qué dificultades enfrentaron al empezar este negocio?
Encontrar a las mamás que entiendan el modelo de negocio, que la máquina funcione como un reloj suizo, tener compromiso, puntualidad, capacidad de producción y la estructura a gran escala porque esto va creciendo, y llevar la magia de la casa a la oficina.
¿A cuántos clientes llegan?
Estamos vendiendo alrededor de 100 platos diarios.
Esta es una propuesta creativa, ¿cómo se maneja?
Es una plataforma online de comida delivery, cien por ciento está hecha en casa, trabajamos con un staff alrededor de todo Lima, estamos en Facebook e Instagram, y próximamente tendremos una aplicación para los pedidos.
¿Por qué el nombre ‘Tappers’?
Evoca a la tradicional forma en que nuestras mamás nos enviaban de pequeños la comida que ellas preparaban con tanto esmero por las mañanas. Quién no llevó su taper y quién no lo perdió en el colegio, y mamá lo regañó.
¿Cuánto tiempo en el mercado?
Estamos próximos a cumplir un año.
¿Con cuántas personas trabajan?
Son 10 motorizados, 15 mamás y tres personas más: mi hermano José, Ana Paula y yo.
JOSÉ
¿Con cuánta inversión iniciaron la empresa?
10 mil soles para abrir el sitio web, comprar envases descartables y constituir la empresa.
Muchos emprendedores dicen que es mucho más duro tener su propio negocio que trabajar para otros. ¿Qué opinan?
Estoy de acuerdo, trabajé 8 años en una empresa grande y empezar de cero, ver la parte contable, las ventas, el reparto, ha sido una experiencia difícil.
¿Cómo se han dividido las funciones?
Yo veo la operación del día a día, las ventas, marketing, contabilidad y finanzas; Martín ve el abastecimiento de descartables, insumos, proceso de selección e inclusión de ‘taperas’ a la plataforma.
¿Cómo se dieron cuenta que esta propuesta era rentable?
Desde el inicio nos enamoramos de la idea y la sacamos adelante, sabiendo que el mercado de comida delivery crecía mucho y que de alguna forma íbamos a coger una tajada. Nos dimos cuenta de que el modelo iba cuajando y la gente se quedaba con nosotros.
¿Qué errores no volverían a cometer?
Al inicio hubo problemas en la definición del menú, no sabíamos qué les gustaba a los clientes, no trabajábamos con ají y tuvimos que incluirlo, también tuvimos que introducir comida light siguiendo los pedidos para que se queden con nosotros.
¿Cuál es su meta a corto plazo?
Cerrar este año con más de 2 mil pedidos mensuales. En el 2020 levantar inversión para multiplicarnos por 5 y terminar siendo una de las empresas más relevantes en comida delivery en Perú, y llevar este negocio a otros lugares del país.
¿A dónde llegan?
San Isidro, Miraflores, Surquillo, San Borja, en casi todo Surco, Jesús María, Lince, Magdalena y algunas partes de La Victoria.
¿De dónde vienen los insumos?
Ellas mismas (las amas de casa) los compran, hemos definido alineamiento de arroces, pollos, cortes, pero a corto plazo vamos a comprar los insumos más importantes.
¿Cómo es el control de calidad?
Se hace una visita presencial a las cocinas para que cumplan ciertos criterios que garanticen que no haya contaminación, las capacitamos en el manejo de alimentos y cuando pasan a ser seniors se les pide carné de sanidad.