Por: Katty Gines
Gracias a la diversidad de suelos, climas y otros factores, en el Perú se produce un café orgánico de rico sabor y aroma, que es considerado uno de los mejores del mundo. Al tener conocimiento de estas bondades, el ingeniero industrial y marketero Rafael Blay abandonó un buen trabajo, en una empresa extranjera, para emprender su negocio de cafeterías rápidas ‘Orgäanika’, que nació en el 2009 con el fin de ser marca propia de los peruanos y reconocida a nivel internacional.
¿Cómo nace la idea de emprender un negocio de café?
En el 2008 vivía en Estados Unidos y quería regresar al Perú, siempre me gustó el modelo de servicio rápido y vi cómo funcionaban las cafeterías allá. Investigué un poco la situación de mi país y ya existía una cadena americana que estaba creciendo aquí. Perú era uno de los primeros exportadores y productores de café orgánico en el mundo, pero carecía de una marca bandera, a diferencia de Juan Valdez, en Colombia. El Perú no la tenía, su consumo era bajo, y la cultura cafetalera necesitaba crecer, es así que pienso en crear una marca de café rápido de buena calidad y con identidad peruana.
¿Cuál fue el primer local?
Empezamos con el local de Chacarilla, en Surco, con el concepto de café orgánico peruano y tostado.
¿Cuántos locales tienes ahora?
Dos establecimientos.
¿Es difícil emprender un negocio en el Perú?
Empezamos en el 2009, nos fue muy bien, pero tuvimos que enfrentar muchas adversidades. Pasan cosas que te hacen pensar en tirar la toalla, y esos son los ‘pensamientos saboteadores’, como les llamo, pero hay que tener paciencia y ver la forma de seguir.
Si tuvieras que retroceder en el tiempo, ¿qué error no repetirías?
Ser menos impulsivo, los emprendedores tenemos mucho entusiasmo y pasión y no razonamos. Siempre es bueno tener a alguien que nos ponga freno a algo que más adelante puede ser un error. No tuve ese freno, fui cien por ciento pasión, pero miré atrás para evaluar y continuar.
¿Qué diferencia a su producto con el de la competencia?
Un concepto de cafetería rápida, cómoda para que la gente pueda conversar, sociabilizar, se reúnan en un buen ambiente, les ofrecemos un café de la más alta calidad, fresco, tostado localmente.
¿Cuál es tu aporte social, aparte del económico?
Con este café orgánico contribuimos a que familias de agricultores salgan adelante, ellos se tecnifican y logran tener el precio de sus granos por encima del café tradicional y, además, aportan en el sostenimiento del medio ambiente.
¿Qué otros productos ofrecen?
Hacemos diferentes bebidas: frappes, lattes saborizados, sánguches, galletas y postres.
¿Por qué debemos consumir tu café?
Es atractivo por la oferta del café peruano, queremos construir una cadena Orgäanika Perú Coffee, y deseamos que el peruano se sienta identificado con una marca con miras a dar el gran salto al exterior.
¿De dónde son los granos?
El café viene de un territorio de la selva alta, son productos de exportación. La idea es que el consumidor peruano pruebe café de origen, sin mezclas.
¿Cuántos trabajadores tienen?
Son 25 personas.
¿Cuál es tu público objetivo?
Hogareño, estudiantil y corporativo.
¿Cómo promocionas el negocio?
Nuestra columna vertebral está en el lado de la tecnología, nos hemos aferrado a redes sociales, y al marketing uno a uno, marketing que se comunica con sus consumidores, hemos creado el Coffee Club, que tiene una aplicación en el celular con el que se registra las preferencias del cliente, así sabemos su historial de consumo.
¿Por qué Orgäanika?
Ofrecemos café orgánico y quisimos que la gente piense en esto.
¿Qué metas tienen para este año?
Queremos organizar el negocio para ofrecer franquicias y seguir creciendo.
¿Qué consejo le darías a nuestros emprendedores?
Para todos los muchachos que quieran emprender físico o digital, sepan que no saben nada, pero si han estudiado, están listos para aprender de las experiencias que encuentren en el camino. El emprender no es fácil, requiere de mucha dedicación y el éxito no se consigue de la noche a la mañana, van a requerir todas las ganas por la idea que quieren hacer.