Por: Katty Gines
Los emprendimientos más grandes nacieron en épocas de crisis. Claudia Rey inició su negocio de joyas en plena época del terrorismo, durante el segundo gobierno de Alan García. Un cliente extranjero le abrió las puertas para que exporte a Estados Unidos, pero cuando todo iba ‘viento en popa’, un incendio consumió parte de su producción y tuvo que volver a empezar.
Claudia Rey confiesa que lo suyo con la joyería fue amor a primera vista, por eso no se dio por vencida y siguió adelante. Hoy Baliq cuenta con 22 córners donde ofrece productos de oro y plata en los principales malls y tiendas por departamento de la capital.
Tú eres economista de profesión, ¿cómo así ingresas al mundo de las joyas?
Esto fue amor a primera vista, estudiaba economía y mi hermana me dijo para que haga un ‘cachuelo’ siendo su asistente en sus clases de joyería, es así como conocí el tema de los metales, las piedras y me encantó.
¿Cómo fueron tus inicios?
Fue muy complicado, era el año 1988 y había terrorismo y recesión, pero cuando uno es joven ve las cosas de otra manera, hice unas visitas al extranjero donde la joyería era avanzada y eso quería traer acá, por suerte tuvimos un contacto con el que logramos tener un cliente en el extranjero (empezamos exportando), ellos nos pedían productos de alta gama para lucirse en escaparates de Milán o París, hicimos muchas pruebas y logramos hacer una gargantilla de filigrana, realmente hermosa que les encantó, es así como ingresamos a Estados Unidos.
¿Luego deciden abrir aquí en el Perú?
Cuando vimos que el producto gustaba, hicimos la puesta para introducir la joyería aquí, entramos a la sociedad de los grandes almacenes, ahora es Saga.
En tus entrevistas comentas que las crisis han sido un reto para ti…
Cuando muchos se iban del país por el terrorismo y el ‘fujishock’, apostamos por quedarnos, además de eso tuvimos hasta tres casi quiebres que golpearon fuerte nuestro capital de trabajo, los bancos no prestaban dinero, llegamos a pensar que esto no era para nosotros, pero era tan bonito y Dios no te ahorca, de alguna manera te da una luz en el túnel, y continuamos.
¿Con cuánto capital se iniciaron?
Algo menos de cinco mil dólares, vendí mi computadora con la que hacía mi tesis y una parte de mi hermana.
¿Estudiaste algo de joyería?
Sí, en realidad mi ‘cachuelo’ era ser la asistenta de mi hermana en sus clases de joyas, donde aprendí todo sobre esto.
¿Dónde fue tu primera tienda?
En la sociedad de los grandes almacenes, ahí hice mi primera venta, fui con mi maletita, y una señora me pidió algo especial, y le ofrecí la paloma de Noé, era un ave con una espiga, cada vez que me acuerdo lloro, pues fue un mensaje de lo que se vendría.
¿Cuántos módulos tienen?
El modelo de negocio son córners, son 22 de estos ubicados en Saga Falabella, París Plaza Norte, París Jockey Plaza, Ripley Atocongo, Ripley Miraflores, Salaverry, en el Club Regatas y otras tiendas por departamento.
¿Exportan?
Antes exportábamos a Chile y Ecuador, pero hoy nos hemos centrado en Estados Unidos.
¿Fechas claves de mejor venta?
La campaña de Navidad es muy buena, el ‘Día de la madre’ y ‘San Valentín’, hay muchos chicos que se comprometen.
¿De dónde viene su materia prima?
El oro y la plata son peruanos, tenemos una pequeña línea que viene de Italia.
¿Puedes reconocer cuando una mujer lleva una joya de ustedes?
Por supuesto, me emociona, es como si fuera un hijo, me siento agradecida de que todo el esfuerzo de nosotros se refleje en esa joya.
¿Con cuántas personas trabajan?
Con 60 personas.
¿Cuáles son las joyas que tienen mayor demanda?
Ahora, por ‘San Valentín’, todas las sortijas con brillantes, diamantes, y los dijes con corazones.
¿Por qué ‘Baliq’?
Es la historia de nuestros inicios, queríamos hacer una marca de joyería que tenga las raíces peruanas, porque nuestros artesanos son increíbles. Baliq viene de la raíz quechua walicha, que significa ‘algo que tiene valor’.
¿Qué se viene para ustedes?
Nos hemos enfocado en crecer en el país, se vienen muchas cosas, el sueño es gigante, siempre vienen ideas locas de todo el personal, la meta es empoderar a la mujer.
¿Qué consejo le darías a los emprendedores?
Persistan, no crean que esto es un tema sencillo, deben tener paciencia, pero si trabajan duro, y siguen sus sueños lo lograrán, deben capacitarse y conocer todos los días algo nuevo para mejorar su negocio.