¿Qué harías si los delincuentes te roban el dinero de los años de trabajo y toda tu maquinaria? Muchos emprendedores vuelven a empezar de cero, tal como lo hizo Rosa Soria, que confeccionaba uniformes para empresas en Gamarra. Luego de haber perdido todo, trabajó como vendedora y con sus ahorros empezó a confeccionar ropa escolar en el garaje de su casa, en Chaclacayo.
Debido a la gran demanda, volvió al emporio de La Victoria, abrió dos talleres y junto a su familia creó la corporación R&H que hace uniformes para colegios de Lima y provincias.
Rosa, ¿cómo incursionas en el negocio de uniformes escolares?
Trabajé en una empresa y con la liquidación quise invertir en un negocio, mi hermana era costurera y había regresado de Venezuela. Yo vivía en La Victoria y empezamos a hacer uniformes para empresas por cinco años hasta que nos robaron todo. Me fui a la casa de Chaclacayo y mi hijo menor no tenía uniforme en su nuevo colegio, y yo le hice uno. Las mamás me pidieron que les confeccionara, y poco a poco otros planteles me pidieron fabricar más. El garaje me quedó chico y regresé a Gamarra para abrir dos talleres, es así que nació esta oportunidad con uniformes escolares.
¿Cómo te hiciste conocida?
Me paraba en las esquinas de los colegios para volantear y el boca a boca fue mi mejor publicidad.
¿Cuánta gente trabaja contigo?
Diez personas, también ‘tercerizo’ por la alta demanda.
¿Cómo te recuperaste del robo?
Siempre trabajé para una empresa en ventas, eso me sirvió para ahorrar mi plata. A falta de capital, con mis trabajos empecé a ahorrar y recuperar la compra de nuevas máquinas.
¿Cuánto llegas a fabricar en temporada de colegio?
Este mes de febrero cerca de cinco mil prendas.
Con tanta competencia, ¿cuál es el valor agregado que les das a los clientes?
Ofrecemos calidad, garantía, post venta (ellos pueden venir para hacerles a medida, entallar la ropa, subir la basta) los padres valoran mucho eso.
¿De qué manera se promocionan?
En el portal de Gamarra, volanteo y publicidad local. Tenemos una clientela ganada, la recomendación nos da la ventaja.
¿Qué le falta a la gente de Gamarra para mejorar sus ventas?
Muchos no brindan calidad, por eso se tiene una mala fama. Hay que mejorar la calidad, elevar el producto.
¿Cuál es tu aporte en este negocio?
Soy la cabeza, mi labor principal es buscar la clientela y dirigir la producción.
Estudiaste periodismo, ¿llevaste otros cursos para esta empresa?
Sí, ventas y mercadotecnia, marketing, publicidad, herramientas para mi negocio.
¿Qué es Gamarra para ti?
Mi medio de vida, crecimiento, de salir adelante, de luchar. El sol sale para todos, es una sana competencia.
¿En algún momento pensaste dejar todo?
No, al contrario, quiero seguir trabajando hasta lo último, tengo un hijo que se quedará a cargo de esto.
¿Con cuántos colegios tienes compromiso?
En Lima con 12 planteles y 7 en provincias.
¿Qué consejos les darías a las personas que recién empiezan?
Dedicación, perseverancia, no rendirse, hay muchas trabas, hemos pasado momentos duros como el fenómeno de ‘El Niño’ que se estancó todo, recién en abril vendimos un poco.
¿Y qué hiciste cuando las cosas te iban mal por los huaicos?
Busqué el mercado de provincias donde no había este problema y así pude seguir.
¿Cuál es tu concepto de los productos chinos?
Supe contrarrestar ese tema, elevé la calidad de mis productos. El algodón peruano es bueno, cuesta más pero dura.
¿Qué te piden los clientes?
Durabilidad, buen precio y calidad.
¿Qué planes tienes?
Abrir una tienda más en Chaclacayo, nos piden hacer lo mismo en Chosica, estamos evaluando. En cuanto a confección, haremos también los accesorios: zapatillas y zapatos para que el padre encuentre todo aquí.
Tips:
1. Tengan la voluntad de no rendirse, ningún negocio es fácil.
2. Debes hacer todo bien, pero siempre buscando la calidad.
3. Si te caes, levántate, pensando que es una prueba que nos hará crecer más.