POR: KATTY GINES

Hace 23 años, Antonia Bravo decidió vender cebiche muy cerca del óvalo de ‘Higuereta’ porque quería apoyar a la economía de su hogar. Como las cosas empezaron a marchar bien, le pidió a su esposo Marco que renuncie a su trabajo para que la apoye, ya que le faltaban manos para atender a los clientes.

Actualmente cuentan con un puestito en el mercado ‘Edén’ y un restaurante ‘Calamarcos’ en la avenida Benavides, en Surco. Ya están con todas las ‘pilas puestas’ para participar, por tercera vez, en , donde ofrecerán tres platos nuevos que serán una delicia.

¿Cuál es el secreto del éxito de ‘Calamarcos’?
Nuestra buena sazón, los productos de buena calidad y porque todo lo hacemos con amor, es por eso que nuestros clientes nos acompañan hace 23 años.

Comenzaron en un puestito en la calle, ¿qué les decían sus clientes?
Que estaba muy rico mi cebiche y que debería tener un local para mayor comodidad.

¿Qué recuerda de esos años?
Fue muy difícil, éramos ambulantes y solo teníamos una mesa pequeña, ahí preparaba mi cebiche. A veces serenazgo se llevaba nuestras cosas y teníamos que volver a empezar.

Hay negocios similares al de ustedes pero fracasan, ¿qué consejos les darían para que les vaya bien?
Para mantenerse en el negocio hay que trabajar los 365 días del año, este es un rubro que tiene mucho sacrificio y, si no lo haces, puedes quedarte en el camino.

¿Qué errores no se deben cometer en el inicio?

Hay que empezar de a pocos para tener clientela, tener carisma, buenos precios, buenos productos, buena sazón, aquí se demuestra el cariño que uno le pone.

¿Cuál es el plato que los representa?
El trío marino que nació hace 23 años, fueron los clientes quienes pedían este combinado.

¿Qué tan importante es formalizarse y tener un restaurante?
Formalizarse es para tener las puertas abiertas a las financieras, tener todo en orden para que la municipalidad deje trabajar tranquilo.

¿Cuántos locales tienen?
Dos, uno en el mercado ‘Edén’ donde empezamos y este que es un restaurante muy amplio.

¿Por qué aún mantienen el puesto en el mercado?
Porque ahí empezamos, tenemos gratos recuerdos y continúa yendo el público ahí.

¿Con cuánto dinero se iniciaron?
Con 30 soles, compramos dos kilos de pescado, camote, cebolla, lechuga y cancha, eso fue mi capital, trabajé solo dos horas y gané.

¿Es verdad que le pidió a su esposo a que renuncie?
Sí, él estaba en una empresa y yo ganaba bien vendiendo este plato frío, la gente hacía largas colas y me faltaban manos para atender, así que le pedí a Marco que trabaje conmigo.

¿A quién admira de la gastronomía?
A Gastón Acurio, él dio a conocer la comida peruana en todos lados, también a José del Castillo, es un gran empresario.

¿Qué debe tener un buen cebiche?
Buen pescado, limón, sal y su ají limo. Lo más fresco y sencillo.

¿Qué significa estar en ‘Mistura’?
Rompió con las expectativas que tuvimos, ser parte de esta marca es un orgullo para nosotros.

¿Qué tan sacrificado es el día a día en este negocio?
Hay que trabajar de sol a sol para no perder la oportunidad de que vengan los clientes cuando ellos quieran.

¿Alguna vez un cliente ha rechazado un plato?
No, solo hemos tenido sugerencia para bajar un poco el ají o la sal.

¿A qué hora abren y a qué hora cierran?
Empezamos a las 5:30 de la madrugada y cerramos a las 5 de la tarde, de lunes a lunes.

¿Han pensado abrir otros locales?
Pensamos abrir otro local porque queremos que ‘Calamarcos’ siga creciendo, esta es una empresa familiar y tenemos a nuestros hijos que continuarán.

¿Por qué Calamarcos?
Viene de los calamares del mar y mi nombre Marco.

LA FRASE DEL ÉXITO
“Siempre que te pregunten si puedes hacer un trabajo, contesta que sí y ponte enseguida a aprender cómo se hace”

Afirman que el secreto es trabajar los 365 días del año

TIPS:

1.- No se dejen vencer.
2.- Trabajen con buenos productos.
3.- Sean amables con el cliente, porque a ellos nos debemos.

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