Hace unos días, un diseñador peruano causó revuelo en las noticias, pues se ha convertido en el engreído de celebridades como Jennifer Lopez, Thalía, Lady Gaga, Cardi Bi, Natti Natasha, Lil Kim, entre otras, a quienes les diseña sus trajes para salir al escenario. Todo se ve muy bonito, pero ¿se imaginan ustedes lo difícil que fue para el chalaco Augusto Manzanares llegar a un país extraño y conseguir todo el éxito que tiene hoy en día?
Cuando terminé la escuela tenía que ver una carrera relacionada con el arte o la creatividad, en ese tiempo la moda no estaba tan grande. Además, no estaba bien visto que un chico se dedique al diseño de modas, había mucho prejuicio y con mi papá decidimos que sea el diseño gráfico, y estudié en el Instituto Peruano de Publicidad.
Mi madre y hermano ya estaban en Estados Unidos, no fue fácil dejar todo atrás, dejar a tu gente, tu comida, tus costumbres y parte de tu familia. El idioma fue una barrera al inicio que te trunca un poco, pero traté de adaptarme lo más que pude.
Era difícil trabajar en lo que había estudiado, así que trabajé en una boutique como almacenero de ropa y zapatillas. Con el tiempo uno se frustra al no ejercer su carrera y hablé con los dueños para hacer algo más creativo y artístico para sus marcas en sus tiendas y me dejaron hacerlo. Ellos llegaron a crecer con 9 locales de los 3 que tenían, pero llegó la recesión en todo el mundo y como muchos cerraron sus tiendas, con la experiencia que había ganado en lo visual traté de ver un campo más grande y tuve la oportunidad de ingresar a Forever21.
En Forever 21 conocí a mucha gente que le encantaba la moda, me mudé a Nueva York donde veía las tiendas de esas marcas de reconocidos diseñadores que no podía ver en mi país, me inspiró el trabajo manual y creció en mí la pasión por lo fashion.
Hice muchos amigos que eran stylings (diseñadores) y fotógrafos, me metí en ese mundo, empecé a hacer sus campañas y trataba de imitar los looks de diseñadores como McQueen y Dior, y los repliqué en las barbies. Un amigo me dijo que haga una colección y ese fue el gran paso.
La primera colección que hice fue dark, bien gótico, luego subía otros trabajos a Instagram. Ahí me vio el styling de Jennifer Lopez, fue una de las celebridades que usó mis piezas y eso fue un salto para mi carrera.
Hice cosas diferentes, los mismos stylings necesitaban colaboraciones con artistas y trataba de meterme en todos los proyectos que llegaban a mi Gmail y a mi Instagram, para captar seguidores porque es muy importante.
No, porque cuando llegas a otro país no sabes qué hacer, mi mamá trabajaba cuidando niños, mi hermano en una boutique, vivíamos en un cuartito hasta tener una casa. Para un emigrante el esfuerzo y el coraje son parte de uno porque no todos pueden pasar por esto y empezar de cero.
Que traten de meter todos los proyectos que puedan en el campo de batalla, así sabrán si ganarán la guerra. Hay que enriquecerse con todo lo que nos da internet, posteen sus trabajos porque alguien los verá. El peruano es muy creativo y a donde vaya va a resaltar, dicen que la creatividad es la inteligencia divirtiéndose.
Trato de ser lo más detallista posible, aparte todas estas artistas quieren verse como divas, estar en un mundo de ilusión y fantasía. Lo que busco es sacar un sentimiento, decidí hacer algo que me haga feliz y la gente se da cuenta de que tu trabajo habla por sí solo.
Me ha fascinado más Thalía, fui a su casa y la vi como es, sin maquillaje. Una experiencia que jamás pensé vivir, no me imaginé que le gustara tanto mi trabajo y que iba a ser mi casera. Cuando tiene un proyecto me escribe.
El traje de Cardi Bi tiene motivo peruano en pedrería, a ella le encantó.
Me muero por hacer un desfile, sería un sueño hecho realidad. Volver a tu patria, ver a tus amigos, me encantaría, me gustaría hacer una colección más usable para la gente y producirla en Perú, ese sería mi siguiente paso.
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