Por: Katty Gines
Rosalyn Picon creció rodeada entre el aroma de las trufas, mazapanes y otros dulces que hacía su padre Marino Picon. Ella lo ayudaba armando los bombones y a pintar las flores de las tortas de matrimonio. Estudió administración de empresas, pero fue más grande su amor por el arte del dulce que se convirtió en chef pastelera y hoy cuenta con su propia empresa ‘Dulcefina’, que tiene 23 años en el mercado. Conoce su historia en Emprende Trome.
Rosalyn, ¿cuáles son los primeros dulces que hiciste?
Los primeros que hice fue cuando ayudaba a mi papá, él empezó con una pequeña empresa en la casa, lo apoyaba en contar los bombones, y en algún momento le ayudé haciendo las primeras tortas de matrimonio y pintar flores...
¿Cuando estabas en el colegio pensabas estudiar pastelería o querías seguir otra carrera?
Viendo a mis padres, lo que siempre nació en mí es el lado administrativo, estudié la carrera, pero fue el amor al arte lo que me hizo virar a la pastelería.
¿Dónde estudiaste?
En ‘Le Cordon Bleu’, donde me gradué como chef pastelera.
¿Recuerdas cuál fue la primera torta que vendiste?
Recuerdo haber hecho la primera torta de Elmo para una persona que su hijo cumplía un año. Con orgullo puedo decir que mantengo a mis clientas con las que empecé.
¿Con cuánta inversión te iniciaste?
Con muy poco, creo que fue mi creatividad, quizás lo más básico. Para iniciar este negocio no necesitas un gran capital. Hay que tener amor por este trabajo, son horas, madrugadas, feriados dedicados a esto, es mucha dedicación.
¿Cómo te haces conocida?
Me doy a conocer en la revista ‘Padres’, veía con mucho entusiasmo a las pasteleras que publicitaban ahí, y con timidez puse mi catálogo de tortas infantiles, me aventuré y tuve mucha clientela.
¿Cuál es tu público objetivo?
Toda mamá que quiera una torta, toda novia que sueñe con el pastel de ensueño, toda empresa que quiera celebrar, yo siento que no vendo tortas, sino ilusión a través de estas.
Tengo entendido que tus tortas han pasado las fronteras…
Sí, tuve la suerte de atender cumpleaños en Colombia, los clientes se las han llevado a Chile, México y Ecuador. Tengo pedidos del extranjero.
¿Viajas para traer lo último de este rubro?
Dentro de este mundo del arte del azúcar, hay lugares donde exhibir nuestros productos, uno de ellos son congresos internacionales. Yo viajé a Estados Unidos, salir nos da un plus y te das cuenta en qué nivel estás, nos alimenta como profesionales.
¿Cómo nace ‘Dulcefina’?
Mi padre lo creó, mezcló lo dulce con lo fino.
¿Cuáles son tus puntos de venta?
Actualmente, mi taller está en San Isidro, atendemos a través de una cita, no tengo una tienda porque cuido mucho la calidad del producto, todo es a pedido.
¿Qué errores no volverías a cometer como empresaria?
En algún momento tuve una demanda muy alta, éramos muy pocas las personas que hacíamos estas tortas, y a todos les decía sí, y no pude cubrir estos pedidos, vinieron las amanecidas, es un trabajo lindo, pero implica muchas horas de esfuerzo.
Haces trabajos que implican horas de preparación, ¿y si alguien quiere un pedido rápido?
Tengo una línea de 24 horas, porque siempre hay alguien que olvidó la torta y necesita algo rápido, y lo puedo hacer, esto a través del Facebook.
¿Cómo manejas el tema de Internet en tu negocio?
Todos mis pedidos son por Facebook y por Instagram, pero estoy haciendo una plataforma para que los clientes pidan por Internet.
¿Qué personajes conocidos han pedido tus tortas?
Desde políticos hasta artistas y modelos, el último trabajo que hice fue para ‘El gran show’ de Gisela, fue una torta glamorosa de mucho brillo y un diseño espectacular.
¿Es rentable tu negocio?
Sí, muy rentable. Hay que ponerle mucha pasión, el hecho de haber empezado muy joven, me ayudó a tener la seguridad de decirles sí a los clientes, me gustan los retos que me ponen al elegir a veces diseños sofisticados.
¿En qué fecha tienes más pedidos?
El ‘Día de la madre’, Navidad y en ocasiones especiales, ‘Día de la mujer’, Fiestas Patrias (pueden ser galletas o cupcake).
¿Son caros tus productos?
No puedo dejar de tener un producto de calidad, mis queques son de casa, son como que tu mamá te hiciera un queque, no tiene un aditivo ni un preservante, tengo desde 120 soles, y en campañas desde 60 soles. Hay insumos que no se encuentran aquí y los traigo de afuera, más la mano de obra, considero que son accesibles, además de lindas y deliciosas.
Danos un consejo para los emprendedores de hoy…
Sigan sus sueños, si les gustan el arte en azúcar, y ser pasteleros creativos, hay un gran mercado para todos y bienvenidos.