María Luisa Sánchez es artista plástica. Invirtió cien soles para comprar insumos y elaboró hermosos monederos y bolsos que se vendían muy bien en tiendas multimarcas, y debido a la demanda creó poleras y casacas que se fueron al extranjero. Pita tiene cerca de 22 años en el mercado y ahora apuesta por sus plataformas digitales.
¿Es verdad que empezaste tu emprendimiento con cien soles?
Si, con los cien soles compré cierres y telas, pues la máquina de coser la tenía, ya que mi mamá trabaja en esta. Estudié en la Escuela de Bellas Artes donde aprendí a estampar y lo primero que hice fue monederos y bolsos, luego pasé a polos y poleras.
¿Qué fue lo más difícil al inicio?
Lo más difícil es hacerte conocida, ya que en el momento que empecé, hace más de 22 años surgieron muchas marcas que con el tiempo han desaparecido. Lo duro es crear algo diferente de lo que hay en el mercado, algo porque la gente me busque.
¿Cómo surge la idea de hacer poleras, polos que resalten lo peruano?
Siempre hice ilustraciones, pero al inicio hacía dibujos de niñas tristes, era la época de los emos y cambié todo a raíz del mundial, pero veía que había pocas marcas de ropa peruana y más para hombres. Viajaba para ver la cultura y lo transformé en mis prendas dándole el toque de la marca con corazones y dibujos tiernos en tonos pasteles.
Cuentas que ibas a Gamarra y hablabas mucho con los dueños de los talleres, ¿qué lecciones aprendiste?
En Gamarra preguntaba mucho sobre las telas, porque no todas servían para ciertos productos. Quería saber cómo cosían los polos, cómo se pasa la aguja, siempre buscando que me den información, pues no estudié diseño de modas, pero el patronaje y la sublimación lo aprendí en el emporio averiguando.
¿Cuál es tu público objetivo?
Mujeres que les gusta viajar, son un público desde los 20 a 70 años, pues hacemos chompas a mano a crochet. Personas que tienen a sus familiares fuera y quieren llevarle algo que las identifique con su patria.
¿Qué es lo más bonito que te han dicho por tus prendas?
Las señoras que se llevan las poleras para sus hijas que están en el extranjero, me dicen que es el mejor regalo que les puedan dar, pues las hacen recordar a su país. Es gratificante saber que mi producto sale al exterior.
Dejaste la tienda física y te has dedicado a vender de forma virtual, ¿cuáles son las ventajas de salir de los tradicionales?
Dejé la tienda física porque tengo la enfermedad llamada endometriosis y a veces no podía levantarme de la cama, opté por hacer todo virtual, desde aquí puedo diseñar, promocionar y vender. Las ventajas es que se reducen los costos, manejo mis tiempos, a la gente le gusta ver la prenda puesta en alguien real durante los Lives y funciona muy bien.
El consumidor ha cambiado, ¿cómo ves al cliente de ahora?
El consumidor es muy visual, quiere ver las cosas al momento, es muy rápido y lo que está ayudando mucho son las redes sociales, la página web y por eso debemos actualizarlo cada semana con productos nuevos.
Tus productos tienen mucha demanda en el extranjero…
Si, tengo muchas clientas que nos vienen a comprar exclusivamente para llevar al exterior porque quieren regalar a sus familiares que quieren y extrañan.
Si tuvieras que definir tu marca, ¿qué dirías?
Mi marca es puro color, trata de transmitir amor y mi marca es una fortaleza.
¿Qué estrategias haces cuando bajan las ventas?
Cuando las ventas bajan hacemos descuentos, siempre estamos viendo nuestro stock y si hay productos que no tienen mucha rotación hacemos promociones y envíos gratis, jugamos con los precios, pues ya no pagamos personal ni tienda.
Rapiditas
Si alguien quiere tener un negocio de ropa, aun sabiendo que hay mucha competencia, ¿qué deben tener en cuenta?
Ser perseverante porque siempre hay subidas y bajadas, hay días en que el negocio está al máximo y al otro día está pésimo. Ahora por la crisis todos hacen ofertas y tienen estrategias de venta.
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