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Emprende Trome| María Jimena Delgado perdió su trabajo de marketing en casinos y salas de juegos en plena pandemia, pero el recuerdo del platillo favorito de su abuelita Yola se convirtió en un salvavidas para ella y su familia, que les ayudó a hacerle frente a esta penosa situación. Las papas rellenas ‘Velja’ fueron la sensación en las redes sociales y la demanda fue tan grande que abrieron un local físico en Surquillo, incursionaron en aplicativos y ahora buscan expandirse.
Tuve dos opciones: una era estudiar podología porque me gusta y a este rubro le va muy bien, pensé en abrir un negocio. La otra era hacer algo de alimentos, mis padres vendieron papas rellenas en un tiempo y les fue bien. Así que opté por este último con la ayuda de mis hermanos.
Si. Mi madre fue bróker y cuando llegó un mal tiempo, ella decidió sacarnos adelante. Mi padre hacia las papas rellenas y mi mama las vendía a los vecinos.
Nosotros confiábamos mucho en el sabor de nuestras papas, son bien ricas y le ponemos cariño. La respuesta de los clientes hizo que tuviéramos confianza en lo que hacíamos. Nuestro público empezó a darnos consejitos y quedó la receta que estábamos buscando.
Que me tengo que lanzar sin miedo, confiar en lo que sé y en mi producto. Las redes sociales las conocía por mi trabajo y me abrió la visión a un mundo nuevo, me ayudaron a llegar a casas de personas que no conocía.
Las ganas y el amor con las que hacemos este platillo. Verificamos que las aceitunas estén jugosas y que las pasas estén dulces para que el cliente reciba un producto de calidad, limpio, ordenado y en una bonita presentación.
Fue todo un reto porque nosotros abrimos la tienda justo para el cambio de presidente. Conseguir un local que no sea caro y en ese entonces todos los insumos subieron sus precios. Si no fuera que somos muy unidos como familia, hubiera dicho que no.
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Les encanta. A mucha gente le recuerda la sazón de su mamá o de su abuelita. Hemos llegado a mucha gente por tantas recomendaciones. Nos escriben cosas bonitas.
Nosotros cortamos bien chiquita la aceituna porque a los chicos casi no les gusta y eso hace que se sienta una explosión de sabores. Además, hemos creado la papa rellena con pollo y la de jamón y queso.
Bastante bien. Al inicio bajó por el alquiler del local y los gastos que se incrementaron, pero subimos a un sol las papitas y la gente entendió. Nos sale muy rentable y mantenemos la calidad de los insumos.
Llegamos a vender más de 150.
Quiero especializarme en papas por siempre. Pronto saldrá la vegana, pues hay un gran mercado.
Los tiempos. A veces hacíamos pocas papas y luego nos faltaban. Teníamos una cocina pequeña y eso no ayudaba. Hemos avanzado y mejoramos todos los procesos.
En cuanto a logística no sabíamos cuántos insumos comprar, pues una cosa era un negocio en el hogar y otro de mayor tamaño.
Velja: Familia.
Emprendedores: Valientes.
Receta del recuerdo: mi mamita Yola.
Sueño: Una fábrica de papas rellenas.
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