Emprende Trome| Como buena hija de padre colla y de madre cusqueña, doña Adriana Valcárcel ama sus raíces, su cultura y la biodiversidad del Perú. Es ingeniera química y cuando apenas cumplía los 26 años emprendió junto a sus colegas un negocio con granos andinos que ellos mismos los vendían en la calle. La falta de capital no fue impedimento para soñar en grande, pues ‘Cusco Mara’ está en los mejores hoteles de la ciudad imperial, emigró a Lima y está en los supermercados y tiendas de especialidad. Además, conquistó Estados Unidos, Japón, Alemania, Italia, México y Costa Rica.
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Estudió ingeniería química y al inicio su familia se oponía que vendiera sus productos en la calle, ¿Cómo se sentía en ese momento?
Era muy joven, no entendía, no comprendía, el tiempo me dio la razón, me permitió demostrar a parte de mi familia y a mí misma que un sueño y una terquedad con pasión es posible hacerla, sobre todo si tiene un propósito de mi vida que era la kiwicha, trascender los granos andinos del Cusco para el mundo.
¿En qué momento decides incursionar en productos andinos?
Cuando dejé la práctica profesional viajé a Trujillo donde tenía un jefe y hacía siempre lo mismo. Me fui a Lima, pasé por la Biblioteca Nacional y la Universidad Agraria La Molina, es ahí que comienzo a leer las crónicas de Guamán Poma de Ayala y otros cronistas donde hablan mucho de los productos y cultura andina ancestral y me enamoro de la Kiwicha.
¿Qué dificultades tuvo, pues al iniciar los granos no eran tan conocidos en el mercado?
Tuve todas las dificultades, hace 30 años, nadie conocía de los productos y había mucho perjuicio por nuestros granos autóctonos. Lo segundo fue el capital, nosotros mismos hacíamos todo a mano.
Siempre se comenta que los inicios son los más complicados, ¿Cómo hizo para emprender?
No teníamos máquinas, nosotros tostábamos a mano la kiwicha, contratábamos molinos para moler, sellábamos con velas y las etiquetas las fotocopiábamos y poco a poco fuimos creciendo.
¿Cuándo se dio cuenta que estaba por el camino correcto y como era la recepción del consumidor a los productos?
La mayor satisfacción fue ir a las ferias internacionales, llevábamos la kiwicha con sabores y colores y cuando se las dábamos a probar se lamian las manos. Ahí recogimos las necesidades de los clientes, ahora tenemos 60 productos con valor agregado y siete líneas de producción.
Ahora con toda la experiencia que tiene, ¿Cuál es el factor más importante que rescataría?
Rescato la pasión y la perseverancia, los dos elementos con los que se puede vencer los perjuicios y los paradigmas. Gracias a Reactiva con la Caja del Cusco puedo seguir apostando por los granos andinos, especialmente trabajamos en las tonalidades de la kiwicha que lo hacemos en el Valle Sagrado, en Paucartambo.
Los granos andinos son más valorados en el extranjero, ¿a dónde llegan sus productos?
A todo el Perú, a Estados Unidos, Alemania, Italia, Japón, México y Costa Rica.
Desde que empezó hasta ahora, ¿Cómo ha cambiado el consumidor, que busca ahora?
Busca salud, nutrición, variedad, biodiversidad, calidad, identidad que antes no se daba y se debe a la demanda del exterior que estamos revalorando y rescatando los orígenes del Perú.
¿Cómo logro entrar a los grandes supermercados?
Fue todo un proceso de errores y aciertos, trabajamos con empresas con mucha visión que son distribuidores y trabajan con grandes cadenas.
¿Cómo logró entrar a la gran plataforma de Amazon?
Solos no hubiéramos podido, Promperú lanzó un programa a nivel nacional de Perú y Usa para llevar productos a la plataforma de Amazon, concursamos y calificamos. Nos dieron capacitaciones, apoyo con inteligencia de mercado.
La pandemia ha cambiado todo, ¿Qué tal ha sido la adaptación?
Aprender rápido, implementar medidas de bioseguridad, sistema de atención al cliente, delivery.
Los peruanos debemos estar orgulloso de los granos andinos, estamos cerca al bicentenario, ¿Cómo dar valor a estos productos?
Tenemos un país megadiverso, son alimentos que lo consumían los incas y debemos seguir la línea. La próxima guerra será por el agua y alimento, somos bendecido por una tierra fructífera, hay que dar gracias y cuidar a la patria bendita.
La fuerza provinciana, ¿ese coraje emprendedor tuvo que ver que haya logrado su empresa?
Si, mi padre es colla, de la zona aimara, era de Puno y mi mamá del Cusco, quechua. Cusco Maras, esta última palabra viene del vocablo quechua y aimara que es perdurar en el tiempo.
Ping Pong
♥Granos andinos: Biodiversidad
♥Provincianos: Coraje
♥Emprender: batalla
♥Cusco: Cuna de los incas
♥‘Cusco Mara’: trascender.
♣Webinar: ‘Turismo Emprende Ya’
La señora Adriana Valcárcel ha participado de algunos webinars. Caja Cusco y Centrum PUCP se unen en alianza estratégica para brindar un programa de formación virtual gratuito, ‘Turismo Emprende Ya’ a fin de capacitar a emprendedores. Los interesados pueden inscribirse hasta el 20 de mayo en este enlace: Turismo Emprende Ya
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