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Pocho Rospigliosi, ícono del periodismo deportivo. 21 de marzo de 984. Foto GEC Archivo Histórico Alfonso 'Pocho' Rospigliosi
Hace muy poco se conmemoró un año más de su natalicio – tendría 92 años – y hoy recordamos a uno de los más grandes periodistas deportivos peruanos, el gran Carlos Alfonso Rospigliosi Rivarola, popularmente conocido como Pocho Rospigliosi, quien además fue comentarista deportivo de prensa escrita, radio y televisión.
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Pocho Rospigliosi y Pelé, entonces jugador del Santos de Brasil. 23 de enero de 1970. Foto GEC Archivo Histórico Alfonso 'Pocho' Rospigliosi
A 'Pocho', además de su profesionalismo y dedicación extrema al trabajo, siempre lo recordaremos por sus frases inmortales como: “Ya vienen los goles de Cubillas”, “los puños de Mauro Mina”, “… donde se hace deporte, allí está Ovación” entre muchas otras más que dejaron una marca personal en generaciones, sobre todo amantes del deporte.
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Pocho Rospigliosi en radio 'Ovación' con su hijo Micky. Foto GEC Archivo Histórico Alfonso 'Pocho' Rospigliosi
El simpático comentarista de frases ingeniosas hablaba los sábados y domingos, durante nueve horas, en el programa 'Gigante Deportivo'. Realizaba entrevistas a deportistas, a las estrellas de la música que llegaban de pronto a Lima, como Luis Miguel, Óscar D’León o Dámaso Pérez Prado, por mencionar a algunos y hasta al rey Pelé lo persuadió para que colaborara como columnista de su revista Ovación.
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Pocho Rospigliosi entrevistando a un jugador del Santos de Brasil. 23 de enero de 1970. Foto GEC Archivo Histórico Alfonso 'Pocho' Rospigliosi
Pocho hacía un programa llamado 'Domingo de Ovación', en el que hablaba de muchos deportes, fútbol como prioridad y también de música; por cierto era poseedor de una gran colección de discos. Ovación fue quizá el último gran programa deportivo de la radio peruana pues logró recuperar parte de la gran multitud de audiencia que se estaba trasladando a la televisión. En sus intermedios Pocho condimentaba el programa con valses, guarachas y otros ritmos afines a su oído con gusto popular.
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Pocho Rospigliosi conversando eon el perodísta uruguayo Emilio Laferranderi 'El Veco'. 11 de noviembre de 1980. Foto GEC Archivo Histórico Alfonso 'Pocho' Rospigliosi
Rospigliosi fue quizá el primero o uno de los primeros en el Perú en fusionar el periodismo con los negocios, pues rompió el antiguo acuerdo ético no escrito que estipulaba que la información y la publicidad podían ir juntas pero no revueltas. Cuando contrataba la transmisión de partidos, vendía al mejor postor los goles, penales, tiros libres, laterales y todo lo que podía
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Pocho Rospigliosi recibiendo el premio 'Circe'. 26 de febrero de 1983. Foto GEC Archivo Histórico Alfonso 'Pocho' Rospigliosi
Cada evento en mención, tenía un mensaje del auspiciador de turno, e involucraba también a los deportistas más conocidos en sus comerciales. Al terminar una entrevista siempre les preguntaba: “¿Y cuál es la pila?” y el deportista debía contestar diligentemente “Rayovac es la pila”. ‘Pocho’ era el rey indiscutido del periodismo deportivo.
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Pocho Rospigliosi en una entrevista, previo al partido Perú vs. Argentina. 30 de junio de 1985. Foto GEC Archivo Histórico Alfonso 'Pocho' Rospigliosi
Rospigliosi alcanzó el éxito mayor cuando creó en 1980 el programa 'Gigante Deportivo', un espacio que se transmitía sábados y domingos de 11 de la mañana a 4 de la tarde en Panamericana. Eran épocas en las que se abrían nuevas oportunidades para la televisión con la llegada oficial del color. Gigante Deportivo se mantuvo en el aire por seis años hasta mayo de 1986 y fue el programa de mayor sintonía durante todos esos años.
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Pocho Rospigliosi al lado de Humberto Martinez Morosini y Guillermo Rossini. Foto GEC Archivo Histórico Alfonso 'Pocho' Rospigliosi
Alfonso Rospigliosi Rivarola abrazó la muerte en octubre de 1988 a los 57 años de edad en la clínica Teza de Monterrico, víctima de un derrame cerebral. Había sufrido cuatro infartos anteriormente y en Miami ya le habían colocado tres by pass. Todos los diarios de la época le dedicaron sentidas notas de homenaje y dieron a conocer la dimensión de su personalidad y capacidad de trabajo.